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¿Es necesario entrenar hasta el fallo muscular?

Entrenar o no hasta llegar al fallo muscular es una de las dudas que más surgen entre los habituales del gimnasio. Vamos a examinar si es necesario.

¿Es necesario entrenar hasta el fallo muscular?

Llegar o no llegar al fallo muscular para conseguir nuestros objetivos de ganancia muscular: esa es una de las grandes dudas que tenemos todos los que acudimos al gimnasio con el objetivo de ponernos más fuertes. Primero, hay que saber qué es el fallo muscular: es esa situación en la que tus músculos no pueden más, y no consiguen efectuar correctamente la última repetición por el cansancio y el estrés acumulado en la serie. Puede aparecer en la tercera, en la quinta o la repetición número veinte, siempre dependiendo del peso que usemos, y que será lo que en mayor medida determinará el umbral del fallo muscular.

La realidad es que hay varias teorías, y nadie parece ponerse de acuerdo en si es absolutamente necesario llegar al fallo: hay quienes aseguran que no conseguirás la ansiada hipertrofia (desarrollo muscular) si no entrenas hasta la extenuación, y hay otros que piensan que puede ser más negativo que positivo por su efecto de estrés y tensión sobre las articulaciones, y por lo tanto, del riesgo de lesión en forma de tendinitis, contracturas o sobrecargas. También hay quienes piensan que llegar al fallo muscular es una manera de sobreentrenar, y por lo tanto, de poner en riesgo el crecimiento muscular.

Como en la gran mayoría de disputas, la realidad no es ni blanca ni negra. Si bien es recomendable usar la técnica de fallo muscular o una cercana a ésta para conseguir los objetivos de hipertrofia, hay estudios que demuestran que no es en absoluto necesario para el desarrollo de nuestros músculos.

Un metaanálisis publicado en la revista Sports Medicine el pasado año realizó una revisión sistemática de ocho estudios que comparó entrenamientos sin llegar al fallo con entrenamientos en los que sí se llegaba al fallo muscular. Las conclusiones fueron que no había diferencias significativas en fuerza y desarrollo muscular entre estos dos tipos de métodos. Según los propios autores de la investigación, “parece innecesario realizar un entrenamiento de fallo para maximizar la fuerza muscular”.

Otro estudio publicado en 2006 analizó la respuesta hormonal, las ganancias musculares y los efectos sobre la fuerza en entrenamientos durante 11 semanas con y sin llegar al fallo muscular. Los resultados mostraron que ambos grupos obtuvieron mejoras en cuanto a fuerza y potencia, y aquí tampoco hubo diferencias importantes en lo referente a composición corporal, fuerza muscular máxima y potencia.

En conclusión, no existen los extremos: ni blanco, ni negro. Podemos entrenar hasta el fallo muscular siempre y cuando tengamos cuidado con los pesos que manejamos para evitar lesiones, y también podemos hacer entrenamientos en los que no lleguemos al fallo muscular, ya que serán igual de efectivos a la hora de conseguir hipertrofia. Todo variará en función de la respuesta individual y los objetivos de cada persona, ya que no todo el mundo busca el desarrollo muscular. Otros buscan potencia, resistencia o fuerza. Lo que no tiene discusión es que siempre hemos de buscar la mejor técnica a la hora de realizar los ejercicios.