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Diego Sánchez: la Bestia del Bar Unión
Para él, el fútbol es una pasión única, sobre todo si la puede compartir con su equipo y amigos del colegio, con los que juega hace 20 años.
Su fuerza y garra al momento de tocar el balón llevó a que lo apodaran “Bestia”. Para él, el fútbol es una pasión única, sobre todo si la puede compartir con su equipo y amigos del colegio, con los que juega hace 20 años.
¿Cómo llegaste al equipo?
Formamos el equipo con cerca de 15 amigos que nos conocemos hace 20 años. Llevábamos mucho tiempo jugando pichangas y amistosos, por lo que decidimos formalizarlo en 2008.
¿Por qué se llaman así?
La idea oficial nació en un antiguo e histórico bar cercano a Plaza Ñuñoa, que en más de alguna ocasión frecuentamos. Lamentablemente lo demolieron poco tiempo después.
¿En qué aportas al Bar?
Fuera de la cancha con el máximo compromiso y amor a la camiseta. Dentro de ella, en la garra y el juego limpio.
¿Qué significa para ti jugar ahí?
Es una de mis grandes pasiones; este es el equipo de mis amores. Estoy toda la semana pensando en el partido que pasó, en el que vendrá, rivales, tácticas, etc. Significa una de las más importantes formas de estar bien en el día a día. Hacer deporte y compartirlo con tus mejores amigos es impagable.
¿Cuáles son tus características en la cancha?
Pienso que ando muy bien con los tiempos dentro de la cancha, llegar a la pelota o explotar en el momento preciso. Resolver rápido pero en calma y también buena pegada.
¿Cómo describirías el juego de Bar Unión?
Nos costó harto tiempo encontrar el juego propio, pero desde hace un par de años nos caracterizamos por tener una defensa férrea, siempre peleando el arco menos batido, manteniendo el nuestro en cero.
¿En qué se diferencia Bar Unión del resto?
Principalmente, y como lo dice el nombre, en la unión. Somos un grupo muy cohesionado, sobre todo fuera de la cancha. Este es un núcleo de amigos de toda la vida transformado en equipo de fútbol, no al revés.
¿Por qué crees que se han mantenido unidos por tanto tiempo?
Amistad real. Luego amor al fútbol, el resto funciona solo.
¿Alguna anécdota con el club?
Millones, pero las más recordadas son en los dos primeros años jugando en liga. Mucho más jóvenes, principalmente las mejores anécdotas eran al encontrarnos el sábado en el camarín y vernos las caras luego de haber compartido la interminable noche anterior. Hoy eso ha cambiado, estamos mucho más responsables y comprometidos, se refleja en los resultados.
¿Cómo evalúas el desempeño del Bar en la Liga del Cerro Oriente?
Hemos tenido un buen desempeño este año. En estos momentos peleamos meternos en los cuatro de arriba con opciones reales. En general se han repartido puntos entre todos los equipos, eso lo hace entretenido. Sin embargo, nuestro objetivo este año es consolidar el grupo humano y si eso viene de la mano con buenos resultados, mejor aún.