Se cumplió la predicción de Vidal y el deseo de Díaz

Hace exactamente una semana, al término del partido entre Alemania y Chile en Kazán, Arturo Vidal estaba comiendo galletas y conversando afuera de los camarines con Joshua Kimmich, uno de sus compañeros del Bayern Munich que juegan por la Mainschaft. Al despedirse le dijo en perfecto español: "Nos vemos en la final".

Vidal explicó luego que le está enseñando la lengua de Cervantes a su compañero. Pero la verdad es que le dijo lo que sentía en ese momento: que los dos mejores equipos del torneo merecían enfrentarse en la final. Dicho y hecho. La goleada de los germanos sobre México sentenció el duelo que predijo el Rey Arturo.

Chile tuvo un comienzo brillante y dominó a Alemania durante el primer tiempo de ese partido. Tomó ventaja temprano con gol de Alexis Sánchez, pero un descuido de la Roja supuso el empate de Lars Stindl. Luego de eso, ambos equipos se neutralizaron, siguieron jugando en modo avión, sin causarse gran daño, quizás pensando en que debían guardar municiones para otra ocasión.

"Quería jugar de nuevo con Chile porque el empate me dejó con gusto a poco. En esta instancia el partido será diferente", dijo el técnico alemán Joachim Low tras la goleada sobre México.

El anhelo de Díaz

Marcelo Díaz aparece en la historia del Hamburgo, uno de los clubes emblemáticos de la Bundesliga. Un tiro libre de él evitó el descenso del equipo del puerto del Mar del Norte. Previo al duelo con Portugal, Díaz dijo que quería jugar la final contra los teutones. Y tras el triunfo ante los lusos, lo confirmó.

"He dicho que quiero jugar contra Alemania porque hay muchas cosas personales, jugué allí, tengo amigos en este equipo y hay una historia que me vincula. Quiero jugar la final contra Alemania y quiero ganarla".