Horn sorprende y destrona a Pacquiao entre la polémica
El filipino cedió el mundial WBO del wélter tras caer a los puntos ante Horn en una decisión muy polémica. Pacquiao fue mejor y pidió revancha inmediata.
De promediar más de 1.000 golpes por combate a lanzar la mitad, ese ha sido el claro bajón que ha sufrido Manny Pacquiao. El filipino no es el mismo boxeador que maravillaba, pero el que tuvo retuvo y ante Jeff Horn demostró tener el boxeo suficiente para ganar al australiano. No lo vieron así los jueces, que vieron ganar a Horn por decisión unánime (117-111, 115-113 y 115-113). El púgil de Brisbane es el nuevo campeón mundial del peso wélter en la versión OMB. La permisividad del árbitro y la pérdida de pegada manifiesta de PacMan fueron en contra del filipino. Había amenazado con la retirada, no por ahora. Pacquiao ya ha pedido su opción de revancha inmediata, habrá segunda parte.
Horn salió a lo sorprender y lo hizo. Incomodó a Pacquiao en el primer asalto, pero en el segundo el filipino fue a más y con sus rapidez de piernas hizo fallar mucho al púgil local. PacMan conectaba importantes manos en la cabeza y zonas blandas de Horn. Recital de como ‘ablandar’ al rival. Hasta el quinto asalto el combate fue muy físico. Agarrones, empujones contra las cuerdas y Pacquiao con la iniciativa. El australiano sacaba duras contras, pero las cartulinas se iban del lado del campeón en ocho divisiones.
Una de las claves del combate estuvo en el sexto y séptimo round. Horn dio primero un cabezazo y después un codazo a Pacquiao. El árbitro decidió no quitar ningún punto al aspirante, claro error que fue crucial. La sangre molestó al filipino que se enfadó, lo que aprovechó Horn para dominar. Pacquiao tiró de veteranía, se tranquilizó y recuperó el control. Una izquierda dejó al australiano tambaleándose, se fue incluso al suelo… pero el referí lo entendió como un ‘tropezón’. Tercer error de bulto en tres asaltos.
En la recta final Horn sabía que tenía la pelea perdida. Apretó con todo, pero Pacquiao utilizó la esgrima se movió bien y percutió con gran dureza. Su pegada no es, ni por asomo, la de antes y aunque tuvo muy tocado al aspirante, éste aguantó. En el último asalto los dos estaban en la reserva. Horn llevaba contra las cuerdas a Pacquiao, que se zafaba esperando la bendición de las cartulinas. Las sensaciones eran claras, los números también (182 golpes conectado de Pacquiao por 92 de Horn). El público esperaba la victoria de la leyenda… no fue así y rompió en abucheos contra los jueces. La controversia tomaba Brisbane. Horn estableció la ley de la selva.