La colosal diferencia en el finiquito entre Chile y Alemania
En el torneo, la Roja requirió disparar 15 veces al arco para anotar, mientras que su rival precisó apenas 3,8 tiros. ¿Causas? El modelo de juego de ambas escuadras.
Las cifras son claras y no hay que darle muchas vueltas al asunto. Además, las imágenes que dejó la final contra Alemania, con Chile desperdiciando varias oportunidades de gol, hicieron más evidente las fallas en el finiquito de la Selección.
Durante la Copa Confederaciones, la Roja marcó 4 goles en un total de 61 intentos o llegadas a las porterías contrarias. La marca significa que debió lanzar 15 veces al arco para anotar un gol. El porcentaje de eficacia fue de apenas un 6,56 por ciento.
Alemania convirtió 12 goles en un total de 46 disparos, con una eficacia del 26 por ciento. Entonces, los teutones anotaron un gol cada 3,8 tiros. Una diferencia de casi el 20 por ciento, respecto de Chile, en la tarea de introducir el balón en la meta contraria.
Asimismo, la Roja solamente tuvo un 40 por ciento de rendimiento en la Copa Confederaciones. Logró un triunfo triunfo, 3 empates y una derrota. Convirtió 4 goles y recibió otros 3 tantos. Fue el equipo finalista con más bajo rendimiento en el certamen, junto a Estados Unidos en el año 2009.
Táctica de la imprecisión
El 6,56 por ciento de eficacia de Chile se encuentra vinculado fuertemente con el estilo de juego que desarrolla el equipo que dirige Juan Antonio Pizzi. La escuadra nacional ejecuta su fútbol principalmente en campo contrario, con énfasis en la circulación del balón, buscando el resquicio para la penetración, y situar a un hombre en situación de gol.
Cada rival se repliega en su propio territorio, junta líneas y achica espacios al máximo en el frontis del área penal. Entonces, escasea tiempo y terreno para maniobrar con comodidad en la finalización de la maniobra ofensiva. Tal propósito exige máxima velocidad y precisión para que el balón llegue a las redes. El finiquito se da en condiciones ampliamente adversas, lo que atenta contra el éxito en cada jugada.
El porcentaje de eficacia de los germanos (26%) también tiene una explicación táctica. Alemania espera en su mitad de cancha, deja que el rival sienta que controla el juego y, en poder del balón, realiza ataques veloces y profundos.
Por lo tanto, el cuadro europeo cuenta con espacio y tiempo suficientes para el finiquito en cada maniobra. Encuentra a las defensas desorganizadas, con cada una de sus unidades desplegadas en amplitud para asegurar la circulación de la pelota. Así, no hay recuperación posible del balón.
Tal como en el gol del título contra Chile: Lars Stindl tranquilamente anotó para que Alemania fuera el campeón de la Copa Confederaciones en Rusia.