Las 3 estrellas que lideran la fuga del Este a las potencias del Oeste
La distancia entre conferencias crece. El talento, que lleva casi 20 años con más presencia en el oeste, vuelve a viajar en el mismo sentido.
La última estrella en cambiar de conferencia ha sido Paul Millsap, pero el debate llevaba días abierto. Después de que Paul George y Jimmy Butler fueran traspasados por sus respectivos equipos a Oklahoma City Thunder y Minnesota Timberwolves, el mundo NBA recuperó una conversación eterna, infinita, que lleva sobrevolando la liga más tiempo de que podemos contar: la aplastante superioridad de la conferencia oeste a nivel de talento.
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¿Por qué no acaba la NBA con el sistema de conferencias? ¿Por qué no juegan todos contra todos? Algunas de las preguntas son tan aparentemente sencillas como complicadas de responder. Viajes, distancias, número de partidos, calendario... Hablamos de una Liga de 30 equipos en la que cada año se disputan un total de 1.230 partidos de temporada regular en poco más de cinco meses. Un cambio de esas características en un sistema de competición tan complejo podría suponer variaciones a todos los niveles que tendrían consecuencias directas en la historia: cambiaría la liga, las condiciones, las comparaciones...
Aun así, es evidente que el sistema de ciclos al que la NBA se remite impulsado en primera instancia por el draft (más talento para los que menos tienen) parece insuficiente a día de hoy. Cierto es que en la conferencia este, equipos como los 76ers o los Bucks crecen al ritmo de sus jóvenes estrellas. Pero mientras, en solo unos días, Paul George (candidato a príncipe del este), Jimmy Butler (la última esperanza de los Bulls) y Paul Millsap (superviviente de aquellos maravillosos Hawks) dejan su sombra en el este para buscar nuevas aventuras en el poderoso oeste. Y lo hacen cuando la distancia entre conferencias es, quizás, más grande que nunca.
El siglo XXI
Mejores elecciones en el draft, traspasos acertados, mejor desarrollo de jugadores, menos problemas económicos para pagar tasas... Hay miles de factores que influyen en la generación y consecución de estrellas de primer nivel y todos parecen favorecer en estos momentos y desde hace mucho tiempo a la conferencia oeste. En la siguiente infografía, publicada en Twitter por el usuario Crumpled Jumper (NylonCalculus/Fansided), se puede observar como, tras años de verdadera igualdad, la NBA ha estado claramente inclinada si hablamos de talento desde el último anillo de Michael Jordan (1998).
En las últimas 19 temporadas, los All-NBA Teams, que premian a los 15 mejores jugadores de la temporada NBA (a los tres mejores por puesto), siempre han estado dominados por la conferencia oeste. Siempre. Y en los últimos cinco años (9-6 en 2017), las diferencias son preocupantes: 54 integrantes de los equipos de la conferencia oeste por 21 de la conferencia este. De media, 10,8 jugadores del oeste por 4,2 del este. Y va a más...
Grandes jugadores, mejores equipos
La acumulación de talento en uno de los dos lados del cuadro ha tenido consecuencias directas y evidentes en el nivel de juego de los equipos. Tanto es así que de los últimos 19 campeones (otra vez desde los Bulls de Jordan), 13 han salido de la conferencia fuerte y solo seis de la débil. Solo LeBron James (tres veces), el mejor Dwyane Wade, el año mágico de los segundos Bad Boys y el famoso Big Four de los Celtics (se llevaron a Garnett y Ray Allen de la conferencio oeste) han sido capaces de romper una tendencia de la que Lakers y Spurs han sacado más partido que nadie (cinco títulos por cabeza, solo uno menos que todo el este).
Y como hemos visto con los componentes de los All-NBA Teams, en los últimos cinco años la distancia de talento crece, y ese crecimiento se refleja también en el nivel de los equipos. Desde la 2012/13 (cinco años), la conferencia oeste ha producido un total de 28 equipos de 50 victorias en una temporada regular. El este, por su parte, solo 12. Y cinco han sido los de LeBron James, que hace tiempo que se proclamó rey de reyes por aplastamiento.