RUNNING

Los beneficios de correr por la noche para evitar lesiones

La potencia muscular y la capacidad pulmonar del cuerpo son mayores porque el organismo ha tenido como entrenamiento todo el día.

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Correr por la noche evita lesiones porque el organismo lleva todo el día entrenando.

Los horarios para practicar deporte suelen tener que ver mucho con el calor y con el hecho de cargar pilas. Hay quien necesita activar el día empezando con deporte, hay quien prefiere terminar la jornada con una buena rutina deportiva para descargar por completo y descansar en casa. En verano, además, tanto la primera hora del día como la última son las ideales por el fresquito que puede hacer.

A partir de las 17 horas es cuando el cuerpo está mejor preparado para esta actividad física, el hecho de llevar todo el día realizando movimientos más ligeros ha servido como entrenamiento para ese momento.

Según la encuesta de hábitos deportivos del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, un 30% de los españoles sale a la calle a correr para mantenerse en forma y cuidar su salud. Roberto Crespo, instructor del club de corredores Zagros Sports, destaca la importancia de escoger bien las horas de entrenamiento y seguir las recomendaciones de los expertos para que correr sea una actividad segura.

Por la mañana todo supone un mayor esfuerzo ya que la temperatura corporal es más baja, provocando una mayor rigidez muscular. La sensación general de esfuerzo aumenta debido a que la capacidad pulmonar es menor y el organismo tiene menos reservas. Eso sí, la mente es muy poderosa y cada corredor tiene sus manías y sus momentos, y necesita una u otra hora. Eso sí, correr por la noche aumenta el insomnio porque aumenta el ritmo cardiaco, la adrenalina, y el cuerpo tarda en recuperar la calma.

Menos lesiones y menos estrés corriendo por las tardes

Entre los beneficios de correr a última hora de la tarde, los expertos señalan:

La temperatura del organismo es mayor: los músculos estarán más calientes y tendrán una mayor flexibilidad, reduciendo el riesgo de lesiones.

Se dilata la quema de grasas: correr antes de la cena conlleva que el metabolismo esté más activo y se sigan quemando calorías durante el sueño. El ejercicio será efectivo durante más tiempo.

Se aumenta la masa muscular: al tener los depósitos de energía del organismo llenos de glucógeno tras el desayuno y el comida, los músculos asimilarán mejor el ejercicio aeróbico.

Se libera estrés: a nivel psicológico, se cierra el día con una mayor satisfacción personal, una manera de desconectar tras un día duro de trabajo.

Menos calor en verano: correr cuando el sol se está poniendo crea un ambiente más agradable, haciendo posible que las sesiones de entrenamiento sean más largas y más intensas.