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Hernández

Los zapatos de Guede

Los zapatos de Guede
CHRISTIAN IGLESIAS/PHOTOSPORT

A confesión de partes relevo de pruebas. Pablo Guede definió como un desastre la derrota de Colo Colo ante Deportes La Serena. No fue lo único. Dijo también que fue una vergüenza y hay que reflexionar sobre un montón de cosas. De seguro, el técnico del Cacique vio el mismo partido que todos nosotros. Un encuentro donde, más allá de los gruesos errores arbitrales de Jorge Osorio, el equipó naufragó en la implementación del nuevo sistema táctico con Esteban Paredes como único delantero.

No es fácil estar en los zapatos de Guede cuyo crédito se agotó el semestre anterior. Este domingo simplemente amplió su deuda. El técnico bonaerense sigue siendo un buen entrenador pero la forma en que perdió el torneo pasado condiciona cada paso que dé esta temporada. Justo o no necesita resultados inmediatos, avances significativos, en otras palabras, ganar. Está en Colo Colo y hoy más que nunca sometido a un escrutinio que puede llegar a ser demoledor. ¿Una referencia? La ola de cuestionamientos por su papel y versión pública en la salida de Justo Villar.

A menos que se encargue un estudio metodológicamente serio, por ahora nadie puede dimensionar fehacientemente el divorcio de Guede con el pueblo albo. El hincha colocolino es variopinto, oscila en un rango que va de la complacencia a la crítica más voraz. Probablemente hay miles que opinan que fue un saqueo, no hay que dramatizar, la llave se puede dar vuelta y cuando debute Valdivia otro gallo cantará. Capaz, esto es fútbol. Nada se puede descartar.

Volviendo a la pretensión táctica de Guede que buscaba innovar con una presión alta sobre la salida del equipo rival para recuperar el balón y generar ataques en velocidad con alto número de variantes y opciones de descarga, la autocrítica del estratega albo fue brutal: “no esperaba un juego así, menos después de haberlo entrenado durante 20 días”. Cierto, el plan no funcionó. Se quedó en la pizarra, en la revisión de videos, en una teoría que jamás se reflejó en la cancha.

Como dato de contexto hay que decir que el arbitraje fue determinante en el resultado. El resbalón de Felipe Venegas sólo fue penal en la mente del juez y el 4 a 1 de Mosquera se produjo en una evidente posición de adelanto. Osorio incidió en el resultado y sin proponérselo contribuyó al primer incendio albo de la temporada. Cada vez están más lejanos los tiempos en que los arbitrajes favorecían por defecto a los equipos grandes. Actualmente, los errores campean y a cualquiera le puede tocar.

Hasta el próximo sábado, Guede tendrá una semana movida. Defender el título de la Copa Chile es una vía no despreciable –y complementaria al partido ya asegurado para optar al Chile 4– a la Copa Libertadores 2018. Por esta razón, quedar eliminado prematuramente y ante un cuadro de Primera B sería un rotundo fracaso. Con todo el respeto del mundo por la Serena, Colo Colo no puede permitirse un bochorno de este tipo si quiere cambiar su imagen y ser el equipo que muchos están esperando.

Asimismo, y aunque es un trofeo sin gran tradición, la Supercopa del 23 de julio ante Universidad Católica supondrá para el Cacique y, especialmente, para su técnico un enorme desafío. Colo Colo puede llegar clasificado con el envión de una goleada o lleno de dudas y desconfianza por una eventual eliminación. Si esto último llegase a suceder, el nivel de presión para los albos será altísimo. Y en el caso de perder esa final, el peor de los mundos para su entrenador que tendría a su haber dos fracasos consecutivos antes del inicio del campeonato.

Colo Colo y Guede, en particular, se juegan muchísimo en las próximas dos semanas.