Las claves del éxito de Garbiñe
Desde la presencia de Conchita Martínez hasta su mayor cuidado de la alimentación son algunos de los detalles decisivos en la conquista del Open británico.
Estas son las claves del triunfo de Garbiñe Muguruza en Wimbledon ante Venus Williams. la tenista hispano-venezolana llegó al Open británico tras varios fracasos desde que cayó en octavos de Roland Garros:
Liberada de la presión.
Garbiñe llegó a París en junio con una losa sobre su espalda. Debía defender su título, 2.000 puntos, después de una temporada mala. Desde la final de Roland Garros 2016, no había logrado llegar a otra. Todas las preguntas giraban en torno a eso. Acabó derrotada en octavos frente a Kristina Mladenovic. El público francés generó un ambiente de Copa Davis, apoyando a su jugadora, y la española se derrumbó en la sala de prensa y comenzó a llorar. En Wimbledon, no estaba en las quinielas. Y eso la ha ayudado. Liberada, por fin jugó bien.
Conchita Martínez.
La capitana de Copa Davis y Copa Federación, decisiva en la decisión de que Garbiñe eligiera en 2014 jugar por España y no por Venezuela, ha sido su entrenadora en Wimbledon. Sam Sumyk, el francés con quien ha tenido alguna sonora discusión pero también logró a su lado Roland Garros, viajó a California porque iba a ser padre. Conchita le ha transmitido paz a la jugadora. "La ayuda de Conchita ha sido muy importante. Ella sabe lo que es ganar aquí, yo hace dos años llegué a la final y no lo pude hacer. Ella me ayudará a ganar", decía después de la semifinal.
Cambio de hábitos alimentarios.
Muguruza no ha cambiado radicalmente su alimentación, pero sí la está cuidando bastante. Ha perdido algún kilo y se la ve más fibrosa y musculada. "Antes comía como una chica normal, lo que me apetecía. Ahora intento saber qué me va a dar más energía y lo que no. Intento ser más profesional en este aspecto. Me organizo mejor, parece una tontería pero te ayuda a recuperar más rápido", ha contado estos días.
Progresión física.
En el equipo de 'Mugu' viajan la fisio Alicia Cebrián y Lauren Lafitte, preparador físico. En enero, deshechó actos promocionales y se encerró en California para trabajar la movilidad y los desplazamientos laterales. A finales de 2016, Sumyk y Lafitte elaboraron un plan para que la tenista ganara fuerza. Pasó por el quirófano para limpiar unas calcificaciones que le causaban molestias en los tobillos y en la recuperación potenció su tren superior. Ahora el objetivo es fortalecer las piernas. Está más fuerte, y eso le hace pelear cuando las cosas van mal.
Descaro.
Nunca le ha faltado. "Su temperamento es el que es, y le hace también ser quien es", explican desde su equipo. Le gusta jugar en los grandes escenarios, y la Centre Court es el mejor de todos. Cuando se soltó frente a Venus, arriesgó. También lo hizo frente a Kerber. No teme a las grandes.