Jorge Sampaoli llegó a la selección argentina escuchando muchas voces críticas que cuestionaron desde sus cualidades profesionales hasta sus atributos personales, pero él, fiel a su estilo de vida, eligió desoír esos cuestionamientos y siguió avanzando, al punto que hoy, al cumplirse un mes y medio de su asunción, se encuentra trabajando diariamente con un grupo de juveniles proyectando un futuro a largo plazo, que va más allá de la 'coyuntural' clasificación al Mundial de Rusia 2018.
"No escucho y sigo" es la frase de cabecera de Sampaoli, un fragmento extraído del tema 'Prohibido' de su grupo de rock preferido, Callejeros, y en función de eso eligió incluir a sus detractores entre los "40 millones de argentinos a los que pertenece esta selección", tal como refirió en su discurso de presentación el pasado 1 de junio.
Claudio Borghi fue el primero en cargar contra el 'Zurdo de Casilda' al señalarlo como "un buen entrenador, pero un desastre como persona", aduciendo que había hecho 'lobby' cuando él era entrenador del seleccionado de Chile para ocupar su lugar.
Estos dichos tuvieron su correlato en otros efectuados por César Luis Menotti, quien puntualizó que el técnico de 57 años "llegó a la selección en forma oscura y eso lo hace perder autoridad. Depende de como uno llegue a un lugar es el respeto que le van a tener", amplió el 'Flaco'.
Por su parte, Carlos Bilardo había anunciado antes de su contratación que si la AFA le otorgaba la dirección técnica del seleccionado a Sampaoli él se iba "a Turquía. "Si él viene a Argentina hay que cerrar la escuela de técnicos, porque no sirve como entrenador ni como persona. Una vez yo lo defendí y resulta que terminó diciendo que yo era el antifútbol. Él llegó hasta donde llegó solamente hablando", fustigó el 'Narigón'.
Según el polémico Ricardo Caruso Lombardi la duda sobre su capacidad está fundada en que "en Argentina no pudo dirigir a nadie", mientras que para el emblemático preparador físico de Diego Maradona, el linqueño Fernando Signorini, el casildense "no tendría que haber aceptado ser técnico de la selección en este momento, porque tiene todo para perder".
"Estaría bueno que me explique como va a hacer para imponer su idea sin entrenarla jamás, con apenas cuatro partidos por delante para ir al Mundial. Un tipo vocacional no aceptaría en estas condiciones", resaltó quien es admirador de Menotti y estuvo con Bilardo en el campeonato mundial de México 1986, país este donde se encuentra trabajando en el Atlético Zacatepec, que participa de la Liga de Ascenso.
En tanto que el propio Secretario de Deporte de la Nación, Carlos Mac Allister, manifestó que "como todos los argentino", no conocía a Sampaoli "porque nunca dirigió en el país", pero lo 'intimó' a que "consiga rápidamente la clasificación al Mundial de Rusia y también de esa manera logre insuflarle una idea de juego a la selección".
A esta mayoría de cuestionadores se le opusieron en la previa solamente Marcelo Bielsa, quien dijo que Sampaoli era "mejor" que él, porque "tiene una capacidad de adaptación a las distintas instancias de los partidos. Eso ya lo hace mejor que yo, porque además no es mi discípulo, ya que no me veo en esa posición. Será por eso que, de hecho, no he ganado muchas cosas", destacó el 'Loco'.
Pero el que fue más allá resultó ser el propio presidente de AFA, Claudio Tapia, quien obviamente salió en su defensa y caracterizó a Sampaoli como "el mejor técnico del mundo".
"Ni tanto ni tan poco", pensará seguramente el casildense nacido el 13 de marzo de 1960, el mismo año que Diego Maradona, quien también lo 'ajustició' verbalmente calificándolo de "traidor" por haber citado a Mauro Icardi, algo que no hicieron sus antecesores Gerardo Martino y Edgardo Bauza, al tiempo que, fiel a su estilo comparativo, dijo que "si a Sampaoli le tiran pelota, la agarra con la mano, porque no fue jugador y tampoco es pensante. Si con Chile no nos ganaba la Copa América, no lo conocía ni la familia", le disparó.
La posverdad, palabra ultracontemporánea que no significa "después de la verdad" como parecería, sino "mentira emotiva", puede abarcar a todas estas calificaciones y descalificaciones, pero Sampaoli tiene grabada en el brazo izquierdo el resto de esa frase que empieza con "no escucho y sigo", y que dice "porque mucho de lo que está prohibido me hace vivir". Y no para, porque en definitiva avanza con la que cree que es "su verdad".