Bolt afina para los Mundiales y baja de 10 en 100: gana con 9.95
El Relámpago hizo una mala salida, pero remontó hasta imponerse en los 100 de Mónaco por tres centésimas ante Young (9.98).
El estadio Luis II de Montecarlo se puso entero en silencio. Lo había pedido Usain Bolt, que se plantaba en la línea de los 100 metros con la promesa de bajar por primera vez de 10.00 en este 2017, el año de su despedida. El Relámpago cumplió su palabra y firmó 9.95 (+0.7 de viento) en esta Diamond League de Mónaco, una carrera con rivales muy serios (Young, Simbine, Su...) y que ganó con ciertos apuros, pero venció.
Con rostro más serio que en las pruebas de Ostrava y Kingston, Bolt hizo una mala salida (hizo 150 milésimas, la segunda peor de todas), su único talón de Aquiles, y remontó a partir de los 50 metros para superar por tres centésimas a Young (9.98), sin meter la cabeza en los cuadros. Usain sabe cuando gana, Lo celebró con sus aficionados monegascos, pese a que desde seguridad quisieran pararle para seguir la reunión. La fiesta es suya y este año lo ha dicho: “Corro para despedirme de mis fans”.
Muy cerca estaba Glen Mills, su sabio entrenador, que le ha transmitido a Bolt, ya de 30 años, que está mejor que en temporadas anteriores. La apuesta es clara, ganar el último oro en los Mundiales de Londres (4-13 de agosto), donde sólo se centrará en 100 metros y el 4x100, renunciando al 200, su distancia favorita, pero también para la que hay que machacar más el cuerpo en los entrenamientos.
Bolt está invicto en este 2017, donde ha hecho tres carreras (10.06, 10.03 y este 9.95), aunque ha evitado enfrentarse a André de Grasse, el canadiense (dos medallas en Río) que desafía con amargar su despedida en Londres (en Estocolmo hizo 9.69, muy ventosos). También habrá que contar con el eterno Gatlin y con la revelación universitaria Christian Coleman, líder mundial con 9.82. Pero a Bolt hay que darle un voto de confianza, nunca ha fallado en un gran campeonato desde 2009 (sólo hizo una nula en Daegu 2011). Es el rey del atletismo, como en Mónaco, donde media hora después seguía firmando autógrafos.
La otra gran figura del atletismo mundial es Wayde Van Niekerk, que ayer se impuso (43.73) en los 400 de Mónaco a Isaac Makwala (43.84), de Botswana, que maravilló en Madrid y se confirma como rival para el sudafricano, que confirma: "Mi plan para doblar en 200 y 400 en Londres marcha bien". En 1.500, Marc Alcalá hizo la mínima mundialista (3:35.85) y Ruth Beitia se quedó en 1,80 en el salto de altura.