Ledecky lo gana todo: suma dos oros históricos en el inicio
La estadounidense dominó de principio a fin los 400 libre (3:58.34) y fue clave en el relevo 4x100 libre para que Estados Unidos ganara. Lleva once oros en once pruebas.
En el primer día en Budapest, Katie Ledecky cantó el himno de Estados Unidos en dos ocasiones desde lo alto del podio, como lo hizo los anteriores nueves veces que saltó a una piscina de un Mundial. De una tacada, añadió dos nuevos oros a su palmarés, en los 400 libre, que dominó como siempre, y en el 4x100 libre, prueba en la que fue clave para que su selección alcanzase la victoria. Acumula once oros en once pruebas desde que debutara en Barcelona en 2013 y supera a Missy Franklin como la estadounidense con más oros en este campeonato. Año a año, y aunque su programa no es tan amplio como el de Michael Phelps, la ya leyenda americana va sumando éxitos a su palmarés. Y aún cuenta con 20 años. Su exhibición en Budapest no ha hecho nada más que empezar.
A los 28.05 segundos de la final de los 400 libre en la sonora y luminosa piscina Duna Arena de Budapest, Katie Ledecky emprendió el primero de los siete virajes de la prueba de 400 libre ya en primera posición. Salió del subacuático, miro al frente y se encontró en su hábitat natural: nadando sola, sin rivales a los costados, ella contra el cronómetro en busca de un nuevo oro. Y así acabó, con un tiempo de 3:58.34, nuevo récord de los Campeonatos, a dos segundos de su plusmarca mundial y colgándose la décima medalla en las diez pruebas que ha nadado en Mundiales.
La nadadora que estudia en Standford, de familia adinerada y apasionada de la natación desde pequeña sigue a años luz de sus perseguidoras. Sus pies son molinillos y su cuerpo desliza con naturalidad, como si su piel fueran escamas. Ni siquiera su compañera Leah Smith, otro portente del estilo libre, fue capaz de seguir su estela (4:01.54). El bronce se lo llevó la china Bingjie Li (4:03.25). Ambas y el resto de nadadoras disputaron otra final a la de Ledecky, que nada en el limbo entre los tiempos masculinos y los femeninos.
La victoria de la estadounidense y el amplio margen la confirman en su reto de ganar por terceros Mundiales seguidos las pruebas de 400, 800 y 1.500 libre, mientras que podría repetir nuevamente en los 200. Pese al triunfo, Ledecky se quedó a dos segundos de su récord del mundo logrado en Río 2016 (3:56.46), un tiempo que quizás la estadounidense no vuelve a repetir, en su afán también por, en el futuro, aumentar su programa y pasar a ser una nadadora más rápida, que pueda hincarle el diente al 100, una prueba de velocistas.
Luego, apenas unos 20 minutos después de subirse al podio, Ledecky fue el tercer relevo de una Estados Unidos que nadaba a la caza de Suecia, catapultada por Sarah Sjöstrom, quien batió el récord del mundo de los 100 con una marca de 51.71. El portento estadounidense recogió el testigo en 1:45.75 y lo soltó en 2:39.58, con su equipo en primera posición. La campeona olímpica de los 100, Simone Manuel, no hizo otra cosa que mantener ese privilegio. Una medalla história para Ledecky, un nuevo oro y una nueva prueba ya conquistada en Budapest.