Dimitrov vence a Roger Federer y gana su primer Masters 1.000
El búlgraro se impuso con claridad a Nick Kyrgios, que hizo lo que pudo pero se encontró con un rival elegante y muy acertado que le cerró la puerta con su saque. Jarry - Schwartzman: Masters 1000 de Roma
Grigor Dimitrov ha ganado este domingo el primer Masters 1.000 de su carrera. El búlgaro ha frenado a un Nick Kyrgios más serio que de costumbre en la final de Cincinnati, que se apuntó por 6-3 y 7-5 en una hora y 25 minutos. Dicen que es el vivo retrato de Roger Federer, salvando las distancias. Y es cierto que su revés a una mano, la elegancia con la que juega, su clase y una defensa más que notable le confieren el parecido razonable con el Genio de Basilea del que siempre se habla. A sus 26 años podría haber hecho más (este es su séptimo título, tercero de este año) y aún se le espera. Pero ojo con el él en el US Open, porque este salto de calidad le puede dar confianza. A Kyrgios tampoco le ha venido mal esta semana, pese a la derrota, porque se ha ganado el respeto de los aficionados. El sábado venció a David Ferrer por un doble 7-6, un día después de superar a Rafa Nadal, que este lunes aparecerá oficialmente como número uno del ránking mundial, tres años después de la última vez.
En el primer set, Dimitrov controló tácticamente el partido y salvó con tranquilidad las dos bolas de break de las que dispuso Kyrgios. En el sexto juego, fue él quien rompió el servicio del aussie y mantuvo con elegancia y sin problemas la ventaja para apuntarse el parcial y encarar con confianza la continuación.
El desánimo no le duró demasiado a Kyrgios, que sacó lo mejor de su tenis para aguantar el tipo ante el búlgaro. Aún así no pudo superarle en un punto espectacular que acabó con dejada de Nick y contradejada de Grigor para deleite de los espectadores. Era la primera final de un Masters 1.000 para los dos, buenos amigos que practican a menudo juntos. La primera desde hace tiempo en la que no estaba ningún miembro del Big Four (Federer, Nadal, Djokovic y Murray).
El arisco Kyrgios se animó con algunos aces y ese estilo suyo retante que le hace tan atractivo, pero no logró inquietar a Dimitrov al resto. Ni siquiera cuando este tuvo que jugársela con segundos servicios. Lo intentó de diversas formas, pero se encontró con un rival perfectamente plantado sobre la pista. No hubo manera y perdió la paciencia. Fue así como Dimitrov se puso 6-5 y saque con su segundo break, tras un derechazo mal ejecutado por su contrincante. A un paso del título, el clon de Federer no desaprovechó la ocasión de subir de nivel con un trofeo de prestigio. Además, vuelve al top-10 (9º).