Beausejour está loco
Dice Beausejour: "Necesitamos una nueva constitución, una hoja de ruta hecha en democracia". Está sentado en un sillón en medio de un estudio vacío. Responde con confianza las preguntas de la periodista. Se mueve con soltura del fútbol a la política, de su presente en la U al conflicto mapuche. Nunca hace demagogia. Mezcla, asocia, reflexiona, opina.
La escena impacta, pero no debería hacerlo. El problema es que me he ido acostumbrado a que los futbolistas no hablen. A que funcionen como una radio, un reproductor a través del cual se comunica otra persona y les dicta lo que deben decir. La frase hecha, el discurso armado, la palabra escondida detrás de la palma de la mano.
Entonces pienso: está loco Beausejour. Apoya el matrimonio igualitario. El aborto en tres causales. Dices cosas como: "es imposible que seamos un país desarrollado si no tenemos una fuerza inmigrante potente". Vive en el mismo país que el resto, entiende perfectamente el contexto, y lo que está en juego. Me convenzo de su locura.
Me gusta que el fútbol sea un lugar democrático, un espacio donde se termina imponiendo siempre el talento, y que rompe la brecha social. Sin embargo, ha fracasado en generar líderes reales. Y no me malinterpreten: no es pedirles que citen a Kant o Baudelaire en una conferencia de prensa. Es saber qué piensan, que entiendan su posición, y lo que representan para el resto.
El anhelo asoma como una tarea perdida cuando uno escucha respuestas como "no me corresponde", "no es algo que me interese", "no me involucro" frente a cualquier tema ajeno al fútbol. Sin embargo, luego podemos ver el documental Rebelde, escuchar a Cantona, Drogba, Sócrates, Caszely o el argelino Rachild Mekhloufi, y sentir un pequeño alivio.
También leer frases como ésta: "Uno como joven tiene que dar señales de participación y no todo el tiempo puede ser sólo crítica. Te puede gustar más, o menos el gobierno de turno, pero uno tiene que participar. Me da lo mismo poner mi crédito que me lo he ganado en el fútbol a disposición de la ciudadanía, y si me lo quieren cobrar no hay problema porque el fin era muy necesario". No lo digo yo. Lo dice Beausejour.