SALUD

Maratón de series: peor que ver la tele dos horas diarias

Según un estudio, pasarnos horas y horas viendo un mismo contenido afecta a nuestra salud de forma más nociva que el hábito de ver la tele dos horas al día.

Maratón de series: peor que ver la tele dos horas diarias

El boom de las series de televisión no trae nada bueno. Al menos, eso dice un estudio. Bueno, ya sean series, películas o largos programas. ¿Quién no se ha pasado casi un día entero pendiente del mismo contenido? Pues que sepas que tiene peores consecuencias para nuestra salud que el simple hecho de ver la televisión como hábito durante dos horas al día.

La investigación, publicada en Journal of Clinical Sleep Medicine, tenía como objetivo estudiar la prevalencia de atracones televisivos, su asociación con el sueño y examinar la excitación como mecanismo subyacente de esta correlación. Para ello, escogieron a 423 personas de entre 18 y 25 años. La gran mayoría (el 80%), realizaban jornadas frente al televisor de larga intensidad, sobre todo series.

Las conclusiones del estudio fueron significativas: cuánto más se realizaban esos “maratones” de series o programas de televisión, peor era la calidad del sueño, se padecían más síntomas asociados al insomnio y mayor era la fatiga al día siguiente. Según los autores del estudio, “cada vez se realizan más estas borracheras o maratones de televisión, los cuales representan una amenaza a la hora de dormir por la excitación cognitiva que provocan”.

Dormir mal, perjudicial para tu salud

Los trastornos del sueño constituyen hoy en día un asunto de salud pública de primer orden, y no solamente porque constituyen un problema en sí mismos, sino porque existen evidencias científicas que los asocian a enfermedades oncológicas o cardiovasculares.

Tal como destaca el presidente de la Sociedad Española del Sueño (SES), el Dr. Joaquín Terán-Santos, “hemos de tener en cuenta las consecuencias sociales que puede llegar a tener no enfrentar de manera adecuada este creciente problema”. Terán –Santos pone como ejemplo la población más joven, “donde la falta de una adecuada atención puede desencadenar un sinfín de problemas neuro-cognitivos que, a medio y largo plazo, van a influir de manera decisiva en el crecimiento económico de nuestro país; no en vano, algunos estudios a escala europea cifran ya la influencia de las alteraciones del sueño en un 1,6 % del PIB español”.