Las dos amenazas que se ciernen sobre la Roja en La Paz
Los efectos no deseados de la altitud: aumento del tiempo de recuperación tras cada esfuerzo y un balón que se desplaza a mayor velocidad.
A las 17.00 horas, cuando comience el partido frente a Bolivia en el Estadio Hernando Siles de La Paz, a más de 3.600 metros de altitud, Chile no solo deberá lidiar contra los atributos futbolísticos de la escuadra rival. La ubicación geográfica de la ciudad altiplánica, ubicada a más de 3.600 metros, también jugará en contra de la Roja.
En La Paz dos factores son determinantes, a raíz de la altitud: la disminución de la capacidad de recuperación tras cada esfuerzo y la gran velocidad que adquiere el balón en cada desplazamiento.
El fantasma del 'ahogo'
A mayor altura disminuye la presión atmosférica y, con ello, la capacidad del deportista de incorporar oxígeno al organismo, lo que aminora la resistencia aeróbica de alta intensidad. La respuesta física frente a las acciones intermitentes de alta exigencia se ve afectada negativamente.
La manifestación externa es la híperventilación, exageración de la respiración, en procura de incorporar más oxígeno al organismo. Se percibe como una sensación de ahogo. La recuperación tras cada exigencia es más pausada y entonces el estado inicial para un nuevo esfuerzo es muy menguado.
Al respecto, es clave en tal escenario el uso inteligente de la capacidad física. Controlar los movimientos, no correr en vano. Normalmente, actuar en grupo, sumando desplazamientos en conjunto. Dejar las acciones individuales de al ta exigencia física para situaciones muy puntuales, como puede ser encabezar un contraataque en ofensiva.
Pelota 'loba'
Jugar en altitud demanda una capacidad técnica mayor. Por la menor presión barométrica, el balón se desplaza a una mayor velocidad y exige suma precisión.
Una entrega de balón que en el llano requiere tal potencia de impacto en La Paz demanda menor potencia. Lo mismo en los disparos de media distancia, pues se corre el riesgo de que salgan elevados.
Y en el juego aéreo, el cabeceo también se ve afectado: el contacto programado con cierta velocidad y elevación por parte del ejecutante en el llano se torna inadecuado por la mayor rapidez de desplazamiento de la pelota.
En este aspecto se beneficia el deportista adecuado a tal contexto. Sus mecanismos de interacción con el balón se encuentran ajustados. Por ejemplo, esto se ve más expresamente manifestado en la búsqueda de permanente del tiro de media distancia desde el borde superior del área penal.
