"Los ingenieros ya saben lo que ganará McLaren con Renault"
Partido de Grandes Ligas: Red Sox, MLB
Gran parte del foco informativo del Mundial de Fórmula 1 está en torno al futuro de McLaren. Si seguirá o no con Honda en 2018, si llegarán los motores de Renault y si Fernando Alonso continuará en el proyecto. Sobre eso preguntan a Pat Fry, que fue ingeniero jefe de la escudería de Woking desde 2002 hasta su marcha a Ferrari en 2010 y que coincidió con el piloto asturiano tanto en su primera época de McLaren como en Maranello. Y él responde: “No creo que el coche que tienen sea el mejor (de la parrilla), pero está claro donde está el verdadero problema”. En el motor japonés, se entiende: “Todos los ingenieros lo estarán diciendo: ‘Tendremos más recuperación de energía en la MGU-H, más caballos y el tiempo por vuelta va a ser medio segundo más rápido si nos vamos con Renault, o el número que sea. Ellos saben todo eso por la simulación. Son ingenieros, es lo que hacemos”.
Lo dice Fry en ‘F1 Report’, programa de la televisión británica ‘Sky Sports’. Sobre qué escogería él, Honda o Renault para propulsar al McLaren, prefiere no responder: “Es una decisión corporativa. Tienes un grupo de gente gritando y por otro lado, todos los aspectos comerciales, por eso es un problema tan importante”. En cualquier caso, no hay justificación, según el ingeniero, a que Honda tenga un rendimiento tan pobre después de tres temporadas en el Mundial: “El primer paso siempre iba a ser complicado para Honda, pero es sorprendente el escaso progreso que ha habido en los últimos tres años”. Porque la fiabilidad de la unidad de potencia es más baja esta temporada que en la de su regreso a la Fórmula 1, 2015.
Como ya ha informado AS, esta semana se presume decisiva en cuanto a las negociaciones que mantienen McLaren, Honda, Renault y Red Bull, implicado porque ellos deben permitir que los franceses no suministren motores a más de tres equipos, se caería Toro Rosso, y porque precisamente su segundo equipo parece el destino más lógico para Honda. En una semana el gran circo aterriza en Singapur y a mediados de septiembre será inviable para las fábricas desconocer qué motores (y qué cajas de cambios) deberán introducir en sus monoplazas del año que viene, que ya están en proceso de diseño. Cuando se despejen las incógnitas será Alonso quien tome una decisión sobre su próximo contrato en el automovilismo.