La propuesta extrema que McLaren le hizo a Honda
Eric Boullier revela que ofrecieron a los japoneses que dejasen la F1 un año mientras ellos recuperaban sensaciones con otro motor.
Seis carreras más y la asociación entre McLaren y Honda será historia. Está segunda etapa no se recordará con un dulzor ni parecido al de la primera, sino más bien con el amargor de una época bochornosa para las dos marcas. Abu Dhabi romperá las cadenas que les unen y cada uno será libre para buscar su destino con otros socios, pero hasta llegar a ese punto se meditó y se negoció mucho. Nada más ver que el arranque no fue el esperado, en Woking se pusieron a buscar alternativas como locos y, de ahí, nacieron propuestas extremas a los japoneses.
Ahora que ya no hay nada que esconder, Eric Boullier abre el cajón de los secretos para revelar que propusieron a Honda que se tomasen un año sabático para trabajar sin presión mientras ellos recuperaban sensaciones olvidadas con otro motor. "Desde los test vimos que íbamos a enfrentarnos a serios problemas. Entonces, empezamos a dar golpes en la mesa buscando soluciones, una extrema fue ofrecerles que se tomase un año sabático para llegar a un nivel adecuado mientras montábamos otro motor", cuenta en la revista francesa 'Auto Hebdo'.
Con eso demuestran que no estaban dispuestos a seguir con ese motor ni una sola temporada más, aunque también les ofrecieron una opción más "amigable": "Poner a unos ingenieros de Honda con unos de Mercedes en una mesa para hablar de asociaciones técnicas específicas y oportunas. Luego, creamos nuestro propio grupo de ingenieros especializados de diferentes orígenes para ponerlo a disposición de Honda en las áreas más deficientes, todo para salir de ahí lo más rápido posible". Pero ni por esas.
Honda se cerró en banda. Confiaban en salir del atolladero por sí mismos y no les valía nada de lo que les proponían desde McLaren. "Desafortunadamente, ninguna de esas propuestas fueron validadas, aceptadas o discutidas. Al final de la discusión, llegamos a la conclusión de que no había otra salida que la separación", concluye Boullier. Viendo que no colaboraban como ellos pedían para detener la hemorragia, decidieron cortar por lo sano. Quizá el futuro escriba que se equivocaron, pero no había forma de alargar esto.