El dueño de los Cowboys prohíbe protestar ante la bandera del equipo
El dueño del equipo de Dallas es el primero que se posiciona claramente contra los arrodillamientos de jugadores en el himno americano.
Se acabó la unión de la NFL en su guerra contra Donald Trump. Jerry Jones, propietario nada menos que del "Equipo de América", los Dallas Cowboys, ha roto la línea que había formado la liga en torno a sí misma con respecto a las protestas ante el himno norteamericano y la bandera, y se ha posicionado al lado de las tesis del Presidente de los Estados Unidos.
Jones ha dicho que aquel jugador que no sea respetuoso con el acto de interpretación del hinmo nacional antes de los partidos de la NFL no va a jugar en los Dallas Cowboys. Y lo enfatizó con un "punto y final" al respecto.
Lo dijo el muy popular propietario justo en un día en el que el gobierno estadounidense resobló sus esfuerzos comunicativos y de marketing de sus ideas en Indianapolis. Allí, el Vicepresidente Mike Pence abandonó el estadio al ver que varios jugadores de los San Francisco 49ers se arrodillaban durante el himno. Es, evidentemente, algo provocado pues era sabido que eso iba a ocurrir, y el movimiento tiene mucho más de gesto planificado para recuperar el centro de atención del debate que de indignación sobrevenida.
De la misma forma, no cabe sospechar que Jerry Jones ha hecho esas declaraciones, saltándose la idea general expresada en la NFL los últimos quince días de manera unánime, sean casuales justo ayer, sino parte de un esfuerzo conjunto con el gobierno de la nación.
Algunos jugadores de la NFL, a título individual, llevan tiempo arrodillándose ante los símbolos nacionales para protestar contra el racismo que ellos entienden existe en el país. No contra el ejercito y no contra lo que significan la bandera y el himno. Así lo han explicado todas y cada una de las veces que se les ha preguntado. Donald Trump, en un mitin en Alabama, dijo que quería que los dueños de la NFL echaran del equipo a esos jugadores y que los espectadores deberían abandonar los estadios al ver algo así.
Desde ese momento la protesta ya no fue de algunos, sino de la inmensa mayoría. Incluida la oficina del comisionado, Roger Goodell, y los dueños de equipos, que hicieron gestos de protesta junto a sus jugadores.
Entre ellos el propio Jerry Jones, que se arrodilló junto a su plantilla... antes del himno y no en el mismo, eso es cierto, pues todos juntos se pusieron de pie para escuchar "The star splanged banner".
Ahora se ha decantado por añadir más gasolina al fuego. La administración Trump, con lo sucedido ayer con Pence y lo expresado por Jones, ha vuelto a poner encima de la mesa el debate de las protestas y ha volteado la mano en su favor. Está por ver qué ocurre a continuación. Está por ver si algún jugador de los Dallas Cowboys desafía a quien le paga el sueldo y está por ver, si eso llega a pasar, cuanto de real tiene la amenaza de Jerry Jones.