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La vida sin Arturo Vidal

El fervor con que Arturo Vidal se toma cada partido en la Roja, esta vez, le costó caro. No solo al gran volante del Bayern Munich. También a la propia escuadra nacional que, en el partido donde definirá su suerte en las Eliminatorias, no podrá contar con el mediocampista, a raíz de su suspensión por acumulación de tarjetas amarillas.

¿Para qué ir con el brazo extendido directo hacia la cara de un rival en una pelota aérea que no revestía trascendencia?¿Por qué extenderlo aun más al tener el codo a centímetros del rostro del ecuatoriano? Se equivocó Vidal. Su ausencia pesará más que nunca. Tampoco estará Marcelo Díaz ni probablemente Charles Aránguiz. Pero el aporte del hombre del Bayern ha sido tan crucial en el derrotero de la Roja, que esa tarjeta amarilla será tema solo por algún tiempo. Ponto pasará al olvido.  

El quebradero de cabeza debe ser bien grande en Juan Antonio Pizzi. Por primera vez se enfrentará al panorama de no contar con ninguno de los históricos del mediocampo (Díaz, Vidal y Aránguiz). Sin el volante del Bayern, la Roja pierde punch tanto en ataque como en defensa por su inagotable labor. El equipo no es el mismo sin la energía que entrega el mediocampista.

Contra Ecuador, Vidal actuó de volante derecho, con Francisco Silva como volante central y Pedro Pablo Hernández de interior izquierdo. Fue una innovación de Pizzi, porque la tónica siempre ha sido con el colocolino jugando por el otro sector del mediocampo. Solo fue una anécdota, ya que el cambio de hemisferio no lo afectó para nada. Estuvo en el podio de los mejores en el triunfo por 2-1.

Chile se queda sin capacidad de rupturas permanentes en la mitad de la cancha sin Vidal. El volante es quien mejor detecta y ataca los espacios libres superiores para aparecer libre de marca. Así puede anotar. También asistir, convirtiéndose en un factor de ataque decisivo.

Con Vidal en la cancha, la Roja cuenta con un elemento clave en la posesión del balón. El tipo es movedizo y no se entrega a la marca gracias a movimientos transversales precisos y agresivos. Por lo mismo, es un apoyo confiable, pues su alta capacidad técnica garantiza una plena continuidad en las secuencias de pases.

En lo defensivo, su ausencia también puede resultar significativa. Vidal es un "mordedor" por excelencia en el mediocampo. Lo suyo muy poca veces es la retardación (demorar el accionar del rival con el balón y actuar de acuerdo a sus movimientos). No es reactivo, va de plano al quite.

Muchas veces triunfa y el equipo se potencia con una recuperación bien arriba en la cancha (así surgió el gol del triunfo ante Ecuador). Sin él se reciente muchísimo la capacidad de recuperación del balón. Frente a Brasil, un equipo ultra tocador, ojalá su baja no sea clave en términos negativos.

Por elevación, timing e impacto de cabeza, Vidal encabeza el ránking de los jugadores con mejor juego aéreo en la Selección. Se impone en ataque y defensa. Por lo mismo, los diseños de Pizzi en ambas faces del juego lo incluyen como pieza elemental.

El juego de cabeza del Scratch es poderoso. La estética de su accionar hace que esta faceta suela pasar al olvido. Sin embargo, el hecho puntual (como el cabezazo con que Juan rompió la paridad entre ambas selecciones en el Mundial de Sudáfrica) de súbito lo pone como un elemento clave en el trámite del partido. No hay duda, la vida sin Arturo Vidal no será misma este martes en Brasil.