El primer triplete de Khedira levanta a la Juve en Údine
Tras el empate con el Atalanta, la derrota con el Lazio y el agónico triunfo con el Sporting de Portugal, la Juve volvió a ganar pese a la expulsión de Mandzukic.
El destino de la Juventus, en este momento de la temporada, es sufrir. También cuando golea. Tras el empate con el Atalanta, la dura derrota con el Lazio y el agónico triunfo con el Sporting de Lisboa, los bianconeri volvieron a ganar en la Serie A derrotando 6-2 al Udinese a domicilio tras un enfrentamiento mucho más complicado de lo que su marcador pueda contar. Los de Allegri, que volvió a apostar por el dibujo (4-2-3-1) y los hombres del año pasado, vieron cómo el partido se ponía cuesta arriba tras apenas ocho minutos: Maxi López recuperó un balón, lo cedió a Perica que con una gran jugada personal, se deshizo de Chiellini y con la zurda batió a Buffon. La Vecchia Signora puso las tablas casi enseguida, con un absurdo gol en propia puerta que Samir marcó con un testarazo estilísticamente perfecto tras un córner bianconero. En el 21', además, Khedira dio la vuelta a la tortilla con otro cabezazo, aprovechando un buen centro de Cuadrado. Era el mejor momento de los de Turín: Higuaín, poco después, pudo redondear el marcador, pero su chut golpeó el palo y cambió el guión del partido.
Las cosas se complicaron bastante para la Juve a partir del 28': tras un contacto en el área entre Mandžukic y Ali Adnan, los dos se encararon, y el árbitro los amonestó. El croata, que pedía la pena máxima, reaccionó con unas protestas demasiado vehementes, y el colegiado tuvo que mostrarle la segunda amarilla. En inferioridad numérica, los de Allegri sufrieron mucho antes del descanso y sólo gracias a tres grandes intervenciones de Buffon no encajaron un empate que, no obstante, llegó nada más comenzar la reanudación. En el 47', Danilo recibió un lanzamiento de falta de De Paul y, con la cabeza, batió al legendario meta juventino.
Con el viento en contra y en su peor momento, la Juve sacó el orgullo del campeón y cerró el asunto en diez minutos: un testarazo de Rugani tras otro lanzamiento de falta (de Dybala) y una volea de Khedira volvieron a alejar a los friuliani. Y antes del pitido final llegaron las guidas del pastel: el exmadridista completó el primer hat-trick de su carrera con un gran derechazo cruzado y Pjanic marcó el sexto con un chut desviado desde fuera del área. Un triunfo que vale muchísimo, porque demuestra la capacidad que tienen los turineses de levantarse ante cualquier dificultad y, a la vez, recorta las distancias con el primer puesto del Nápoles, ahora a tres puntos, y el segundo del Inter, distante apenas uno. Hacía mucho que la pelea por el Scudetto no estaba tan viva.