La emoción y el orgullo de Federer al recordar sus inicios de pasapelotas
El tenista suizo está disputando el torneo de su ciudad y ha recordado cuando hace más de 20 años lo vivió como recogepelotas.
A sus 36 años y con 19 años de carrera a sus espaldas, Roger Federer ostenta el récord de títulos de Grand Slam con 19 trofeos y la mayoría de los expertos le consideran el mejor tenista de toda la historia.
En estos momentos, el suizo se encuentra en su ciudad natal disputando el ATP de Basilea, un torneo que ya ha ganado en siete ocasiones y que este año puede hacerle recuperar el número 1. Pero su vínculo con este torneo se remonta a antes de que fuera jugador, a cuando solo era un niño de 12 años y lo vivió por primera vez siendo uno de los recogepelotas de la final de 1993, que enfrentó a Michael Stich y Stefan Edberg.
Antes de debutar ante el estadounidense Frances Tiafoe, en el que consiguió un cómodo triunfo, Roger Federer ha rememorado esta experiencia con mucha emoción y orgullo.
El tenista ha asegurado que se acuerda de ese momento "como si fuera ayer" y que "es un gran recuerdo para él". Fue recogepelotas durante dos años, pero esa final fue especial para él y la ganó el alemán, quien recuerda es el director del torneo de Hamburgo en la actualidad.
"Era genial poder ver de primera mano a los mejores tenistas del mundo, cómo se preparaban, sudaban, lidiaban con la presión. Fue un buen momento para mí", comenta Federer.
Al ver el vídeo en el que aparece recibiendo una medalla por su labor como recogepelotas, Federer desvela que todavía la guarda y la califica como "un recuerdo de por vida". Acto seguido va más allá, comentando que las sigue recibiendo de los que son ahora sus recogepelotas cuando toma pizza con ellos y asegurando que en el fondo se siente como uno de ellos.
"En mi corazón, siempre seré un recogepelotas", afirma Roger Federer visiblemente emocionado.