Rafael Nadal pone a prueba el número uno y la rodilla
Tras recuperar sensaciones en los últimos entrenamientos, Rafa podrá comprobar cómo responde su rodilla derecha en plena competición.
Llega la hora de la verdad para Nadal en el Masters. Se acabaron las pruebas con balas de fogueo. Hoy empieza la competición y el número uno, que fue homenajeado ayer por esa condición en el O2 de Londres, se probará de verdad contra David Goffin (21:00, MD2). El balear podrá comprobar cómo responde en un momento de máxima exigencia su estresada rodilla derecha, esa que le genera tantas dudas desde el Masters 1.000 de Shanghái.
Nadal se siente capacitado para rendir con garantías en la primera fase. Si no, ni se habría presentado. Lo que no puede saber es hasta dónde le dejará llegar la tendinitis que padece, y hasta qué punto le permitirá jugar al máximo nivel. Ayer se entrenó bien con un sparring de lujo: Pablo Carreño, el primer reserva, que le sustituirá si tiene que abandonar el torneo. Echaron un partido que se llevó el asturiano en el tie-break, con un ambiente cordial (nada que ver con el ensayo del día anterior ante Zverev), pero sin concesiones. En un lance de la pachanga, Carreño tiró una dejada envenenada a la que respondió Nadal apurado, pero con la suficiente fuerza como para acabar después el punto con un golpe ganador. “Te va a salir cara la broma”, le dijo a su amigo. Prueba de que no le gusta perder ni en los entrenamientos.
A ese espíritu tan competitivo suyo se agarrará Nadal para intentar empezar con buen pie el Masters ante un rival contra quien no conoce la derrota. Batió a Goffin (26 años y número ocho del mundo) en el Mutua Madrid Open y poco antes en Montecarlo, en ambas ocasiones sobre tierra y con bastante facilidad. Sus dos únicos enfrentamientos, ambos en 2017. El belga, además, no llega en su mejor momento de forma y no funciona tan bien bajo techo como al aire libre (ganó los títulos de Tokio y Shenzhen).
Aun así, será una buena piedra de toque para evaluar las opciones de Nadal en una cita que no ha conquistado y que le gustaría que alguna vez se disputara en arcilla. Una propuesta que no acaba de ver Federer, que felicitó al español: “En cierto modo, estoy feliz porque merece el número uno. Ha sido mejor y ha jugado más. Tenía más gasolina en el depósito”