TRANSFORMACIONES

La increíble historia del hombre que consiguió perder 90 kilos

Kyle Brown-Latham es un hombre nuevo: perdió más de la mitad de su propio peso y contó a la revista Men`s Health como consiguió su tremendo objetivo.

La increíble historia del hombre que consiguió perder 90 kilos

Con tan solo 8 años, Kyle Brown-Latham recordaba haber sido ridiculizado por su peso. Siempre fue el "niño gordo y divertido" porque se convirtió en el blanco de las bromas y críticas antes que cualquier otra persona. “Creo que eso me llevó a la autocomplacencia con estar gordo cuando me fui haciendo más mayor”, relata el hombre a la revista Men´s Health.

Nunca había conseguido estar delgado, su peso fluctuó durante la mayor parte de su vida. Hasta que, después de un accidente que casi le deja lisiado con 30 años de edad, cogió casi 40 kilos en solo 4 meses. Sufrió un doble golpe en la rodilla y se torció la columna vertebral, lo que le fracturó una vértebra. Para compensar su dolor, no hizo otra cosa que comer. Era, quizá, lo único que le aliviaba.

Así que, en noviembre de 2014, Kyle llegó a pesar 180 kg. Era obeso y su salud estaba en peligro. Por un tiempo, simplemente se dio por vencido. No conseguía parar de comer. De hecho, no pudo hacer su terapia física correctamente porque su dolor de espalda era demasiado fuerte. No podía levantarse solo del sofá, le tenían que ayudar a realizar cualquier movimiento, por sencillo que fuese.

“Tuve graves problemas con mi marido, ya que era él mismo quien se encargaba de todo lo referente a las tareas domésticas, como cocinar o limpiar. Yo simplemente era un bulto inmóvil de 180 kg”, reconoce.

Entonces, algo dentro de su cerebro hizo ‘click’: "Me di cuenta de que soy un gran fanático del control, y siempre traté de controlar cada cosa, excepto la única cosa en el universo sobre la que tengo control total, que era mi salud". Así que en enero de 2015 decidió cambiar. Debido a que todavía se estaba recuperando de sus lesiones, cualquier tipo de actividad física era dolorosa, por lo que comenzó revisando su dieta. Se dio cuenta de que era capaz de beberse 8 latas de Pepsi, 2 bebidas energéticas y una pizza grande para él solo.

Latham y su esposo revisaron su cocina y la limpiaron. Cualquier tipo de comida chatarra o refrigerios procesados fueron a la basura. También cortó su vicio más grande: el azúcar. "No me di cuenta de que era una adicción hasta más adelante", cuenta. Así que, lo primero de todo, reemplazó las bebidas energéticas y azucaradas por agua con gas.

Luego comenzó a preparar platos con proteínas que nunca antes había probado, como el salmón. Comenzó a comer verduras frescas como el brócoli, la col rizada y las coles de Bruselas. Solo durante la primera semana perdió alrededor de 6 kg, con lo que empezó a darse cuenta de que podría fraguarse un gran cambio.

Moverse seguía siendo doloroso, pero consiguió apuntarse a un gimnasio. Primero, probó con la elíptica. Solo aguantaba 10 minutos. Y poco a poco llegó a ejercitarse en esa máquina durante una hora entera. Avanzó rápido durante un par de meses, hasta que por fin estuvo preparado para levantar pesas. “Al principio pensé que me miraban raro, pero poco después fui cogiendo confianza con las personas: les preguntaba sobre su tipo de dieta y su entrenamiento”.

Ahora pasa una hora y media en el gimnasio todas las mañanas de 5 a 6 días a la semana, comenzando con 20 minutos de cardio. Luego, pasa el resto de su tiempo centrándose en la construcción de masa muscular. Le encanta trabajar la parte superior de su cuerpo, especialmente los brazos. Después de extirpar quirúrgicamente su exceso de piel, bajó un total de 90 kg, más o menos la mitad de su peso corporal total tras el accidente.

“Ahora anhelo ir al gimnasio cuando antes solo quería bebidas azucaradas, mis niveles de energía están por las nubes, y mi relación con mi marido y mi físico están mejor que nunca. Definitivamente, no ha sido nada fácil, pero puedo decir que ha merecido la pena”, admite.