Ya sabes que los huevos son saludables: 8 formas de comerlo

Los huevos sí son un superalimento. Tienen proteína de alto valor biológico, pocas calorías por unidad, carotenoides, fósforo, zinc, selenio, omega 3, un sinfín de vitaminas (sobre todo en la yema, olvidad las claras), y se pueden cocinar de un montón de maneras o añadirlos a una gran cantidad de platos cómodos y que no requieren ningún máster en cocina. Por ello, te vamos a dar 10 formas de comerlos para que tu paladar pueda degustarlo y tu salud se vea beneficiada.

En una pizza casera: Prepara tu receta de pizza casera favorita y hornea hasta que esté casi cocinada. Con cuidado, rompe unos cuantos huevos alrededor de la pizza y vuelve a dejarla en el horno hasta que la clara esté cocida, pero las yemas todavía estén un poco líquidas. Una manera cómoda y sabrosa de añadirlos a nuestra dieta.

En una hamburguesa (también casera): Estamos hablando de pizzas y hamburguesas, alimentos que pueden parecer insanos a priori, pero que pueden ser saludables si los cocinas tú mismo. Escoge un buen pan de hamburguesa, añade tomate y lechuga al gusto, un buen trozo de carne recién comprada y añádele un huevo frito. Fetén.

En un sándwich para desayunar. No hay que complicarse la vida en absoluta para desayunar de forma saludable y apartar los cereales ultraprocesados que con tanto ahínco nos quieren hacer creer que son sanos. Un buen pan Ezekiel, una pequeña tortilla de dos huevos y listos para afrontar el día con salud y energía.

En una ensalada. ¿Quién dijo que los huevos no pegan en las ensaladas? Si quieres un plato sano de verdad, añade dos huevos duros a tu preparación preferida, con un buen aceite de oliva, verduras variadas…no hay que complicarse en absoluto.

Arroz a la cubana. Un plato típico de nuestra tierra que no podemos dejar en el olvido. Se trata de un plato compuesto por arroz blanco moldeado, huevo frito y plátano frito generalmente tapado con salsa de tomate. Es un plato que tuvo su origen en la Cuba Colonial al incluir un plátano frito entre sus ingredientes. Solo pensar en él, se nos hace la boca agua.

Huevos duros. Hierve algunos huevos, cortalos por la mitad y pon las yemas en un tazón pequeño. Utiliza una buena porción de yogur griego sin grasa en lugar de mayonesa y agrega una pizca de pimentón ahumado o hierbas frescas finamente picadas. ¿Te atreverás con ello? Puede ser un plato delicioso.

Huevos rancheros. ¿Quién no se comería dos huevos fritos cubiertos con salsa y servidos sobre tortillas de maíz? Literalmente, traducido a huevos rancheros, este abundante alimento básico para el desayuno ofrece una serie de beneficios saludables de la salsa de tomate, las tortillas integrales y las grasas buenas de los huevos.

En una tortilla con avena. Agrega proteína adicional a tu avena matutina removiendo un huevo ligeramente batido mientras se cocina la avena. La avena contiene proteínas, pero es fácil darle un impulso adicional con un huevo. Si le echas unos trozos de fruta y una pequeña ración de frutos secos, tendrás un plato riquísimo y saludable.