Los Clippers agudizan su crisis tras sufrir 9 derrotas seguidas
Los Knicks se hacen fuertes en casa (8-3) y los Clippers tocan un nuevo suelo: han perdido 11 de sus últimos 12 partidos.
Tres minutos y 13 segundos duró la alegría de Los Angeles Clippers en la noche del lunes. Cinco de cinco en los tiros y cuatro de cuatro desde la línea de tres puntos... ¿Habían conseguido cambiar el rumbo? Nada más lejos de la realidad. Los siguientes 45 minutos fueron una tortura para los angelinos, que no pudieron ni pelear hasta el final contra unos erráticos New York Knicks.
El partido fue un desastre en líneas generales. 44 pérdidas de balón que convirtieron el duelo en un quién falla menos. Ambos equipos lanzaron mal (43% los locales y 37% los visitantes) y sus estrellas, peor. Kristaps Porzingis acabó con 25+7+2+2+2 pese a su 7/20 y Blake Griffin con 21+4+5+2 pese a su 6/18.
La selección de tiro fue un problema real para los Knicks durante los 48 minutos (más en la primera parte), pero la verdad es que los Clippers no están como para ganarle a nadie... El lenguaje corporal, las horribles sensaciones que dejan sobre la madera y los terribles resultados han colocado a la franquicia en una posición que nadie se hubiera podido imaginar después de su 4-0 inicial.
Clave fue McDermott, acertadísimo en el lanzamiento exterior (5/7 en los triples para 16 puntos), pero sobre todo Kanter (12+16, 3/4 en los tiros) y su dominio de los tableros. Los locales mandaron 51-36 en el rebote y el pívot turco capturó más que Blake Griffin y DeAndre Jordan juntos (13 entre los dos). Novena victoria para los Knicks y octava en un Madison Square Garden que coge aroma de fortín (8-3 en casa, 1-4 fuera).
"El problema es que no podemos mantener nada", dijo tras el partido Doc Rivers. "Tenemos que conseguir mantener el nivel durante 48 minutos", añadió Griffin. "Ha sido descorazonador", cerró Austin Rivers, hablando sobre uno de los parciales. El drama toca un nuevo suelo: nueve derrotas consecutivas y 11 en los últimos 12 partidos.
Willy Hernangómez jugó los últimos minutos y anotó el único tiro que intentó: un triple.