¿Y si Mario Salas asume en la Roja?
Lentamente comienza a extinguirse el plazo que se dieron en la ANFP para designar al nuevo entrenador de la Selección chilena, tras la salida de Juan Antonio Pizzi. A más tardar en el mes de diciembre sabremos quién será el DT, según han repetido en forma permanente los miembros del directorio en Quilín.
Sin duda que la gran apuesta era Manuel Pellegrini. No obstante, el técnico del Hebei Fortune -fiel a su estilo directo y claro- manifestó que por ahora no piensa en moverse de China. Se creía que la cercanía del Ingeniero con el presidente de la ANFP, Arturo Salah, facilitaría algún acuerdo. No pasó nada. Por sus dichos, Pellegrini deja toda la impresión de que espera estirar un buen tiempo más su carrera en el exterior.
La percepción generalizada es que el nuevo estratega llegará desde el extranjero. Mientras, por primera vez el DT de Universidad Católica, Mario Salas, se animó a hablar más extensamente sobre la posibilidad de transformarse en el primer técnico chileno en conducir a la Roja, luego del paso de Juvenal Olmos por Juan Pinto Durán, entre 2003 y 2005.
“Estoy capacitado para ir a la Roja. Es un sueño, siempre para todos los técnicos. Yo viví el hecho de estar en una selección. Era menor (Sub 20), pero fue fantástico. Espero que los sueños se cumplan y creo que tengo las capacidades para asumir ese desafío", expresó el chileno.
Nos hemos "enamorado" tanto de los entrenadores foráneos que cualquier opción nacional para la banca de la Roja (excluyendo, por cierto, la del prestigioso Manuel Pellegrini) despierta múltiples dudas. Olvidándose de esta lesera, la posibilidad de que Salas conduzca a la Selección no resulta nada de descabellada.
Es un técnico que viene desarrollando una curva ascendente en su evolución profesional. Posee una enorme capacidad de trabajo y no hay cuestionamientos al respecto. Claro, ahora le ha ido como la mona con la UC, pero el balance de su gestión debe ser totalizador. No solo quedarse con la apreciación final sobre su cometido.
El tipo le dio un bicampeonato histórico a uno de los equipos grandes del país. Lo hizo con una propuesta atractiva y eficaz. En su momento, el juego del equipo fue "encachado" y moderno (accionar primordialmente colectivo y a ras de piso; énfasis en las maniobras por las bandas; inicio de la construcción desde la última línea; presión en campo contrario o tras la pérdida del balón para volver a gestar y así atacar). Harto parecido al modelo futbolístico de la Roja en sus peaks de rendimiento.
Si Salas pudo hacer jugar a la UC bajo esos parámetros tácticos, perfectamente puede hacerlo también con el plantel de lujo que aún tiene Chile. Su ideario futbolístico transita más en la línea de un "bielsismo moderado". Operaría a la perfección por las reminiscencias del rosarino que aún perduran en la escuadra nacional y en vista también de que la fórmula más contenida de Pizzi no logró el objetivo de llegar al Mundial.