Otro espéctaculo de Harden para una gran victoria de Houston
La Barba cuajó un primer cuarto perfecto (20 puntos sin fallo) y ya es el tercer jugador en los últimos 10 años que anota 20 en sus primeros 20 partidos.
Los Nets compiten casi todas las noches y contra casi cualquier equipo. Se lo tenemos que agradecer de corazón al bueno de Kenny Atkinson, que a pesar de las lesiones (Lin, Russell, Crabbe, Carroll...) sigue sacando el 500% de su equipo. Pero visitar Houston en back-to-back es uno de los peores escenarios imaginables esta temporada: 43 puntos en el primer cuarto y 117 totales en un partido en el que lanzaron 50 triples y anotaron el 40%. Un ritmo salvaje.
El primer cuarto fue un festival (43-26): nueve triples locales y un James Harden desatado que acabó los primeros 12 con 20 puntos sin fallo (7/7 en los tiros, 5/5 en los triples). Le sale todo. Los Nets lo intentaron y, con todo el mérito del mundo (defensa zonal, muy poco habitual, y bajón casi obligatorio de intensidad y acierto de los locales), pusieron el partido en un puño en los primeros compases del tercero. Pero hasta ahí. Y bastante.
Los Rockets tiraban de la cuerda y a los Nets se les acabaron las fuerzas para contestar. Hasta 20 aciertos desde la línea de tres puntos con un gran porcentaje (40%) y un Chris Paul mágico en la dirección: 14 asistencias sin pérdida. Octava vez que consigue una línea así en su carrera; ningún otro jugador lo había conseguido más de cinco veces (ESPN). Su ratio asistencia-pérdida en sus seis partidos con los Rockets es de dibujos animados: 9,28 pases de canasta por cada balón perdido.
Y mientras, en la misma cancha, hay que intentar frenar a la versión MVP de Harden. Tarea prácticamente imposible cuando coge vuelo. Ayer, 37 puntos, 10 rebotes, ocho asistencias y ocho triples, todo con un 65% de acierto en los tiros y un 61% desde la línea de tres puntos. Intratable.
Harden, por cierto, se convirtió ayer en el tercer jugador de la última década que arranca la temporada con 20 partidos seguidos de 20 o más puntos. Los otros dos, Carmelo Anthony y LeBron James (vía nbastats). Y los Rockets anotaron al menos 18 triples por quinto partido consecutivo (todo victorias), una marca que no había conseguido nadie en la historia de la liga y que sigue viva con unos porcentajes de acierto escandalosos para su volumen de tiro: cuatro de las cinco veces han anotado el 40% de esos intentos.