ADN RadioConcierto Radio
NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Guede no es Borghi en Colo Colo

Actualizado a

En medio de los festejos por la estrella número 32 de Colo Colo, tras vencer por 3-0 a Huachipato en Concepción, algunos ni se inmutaron en comparar el ciclo de Pablo Guede en el Cacique con la labor de Claudio Borghi hace una década atrás. Fue a partir de un dato objetivo, aunque fuera de todo contexto, cosa no menor en un análisis que se precie de tal.

Con el título del Transición, Guede sumó su tercer trofeo al mando del elenco albo. Antes había ganado la anterior Copa Chile. Y también se impuso en la Supercopa ante Universidad Católica. Quedó segundo como el DT más ganador en la etapa de Blanco y Negro. Solamente detrás de Claudio Borghi, quien exhibe cuatro campeonatos seguidos en su palmarés, en 2006 y 2007.

El único campeonato que admite paralelismo con los logros del Bichi es el reciente. La Supercopa es solo un partido, apenas 90 minutos de juego. Decir que se trata de un título es una lesera. No resiste ningún análisis.

La Copa Chile siempre ha estado en una escala menor que el campeonato nacional. Se tiende a enaltecer cuando el ganador se ha quedado sin nada en la temporada (sobre todo si se trata de un equipo grande) y el trofeo aparece como un inmenso escudo para defenderse de las críticas. Tal hálito se respiraba ese 14 de diciembre del año pasado, cuando en la final los albos golearon a Everton, en el Estadio Nacional. 

El título reciente de Guede solo se iguala, en algo, con la tercera corona de Borghi, en el Apertura 2007. Entonces, el Cacique se impuso en una estrecha recta final ante Universidad Católica. Ahora, el rival más tenaz de los albos fue Unión Española. Aunque sí hay una colosal diferencia entre ambos torneos: hace una década, para dar la vuelta olímpica hubo que disputar 20 partidos en un campeonato de 21 fechas.

Todos los otros torneos obtenidos por el Bichi se disputaron bajo el formato de playoffs. Por lo tanto quedan excluidos de la comparación. Tal estructura de definición del monarca genera un clima de tensión extrema, en la que el más mínimo error en un partido cuesta la eliminación. Algo lejano con lo sucedido en el Transición, certamen en el que los aspirantes al título tuvieron oportunidades para corregir el rumbo.

Colo Colo fue el justo campeón. Lo referido anteriormente no desmerece en absoluto los méritos de Guede para conducir al Cacique hacia un nuevo campeonato.

El DT argentino tuvo la lucidez para adaptar su modelo de juego a las características y el momento del plantel. Ni se ruborizó al terminar jugando en las antípodas de lo esbozado por gran tiempo (presión en campo contrario, superioridad en la posesión, defensa adelantada, entre otros tips tácticos anunciados).  

Guede no es Borghi en Colo Colo. Tampoco está cerca de serlo. Sí puede llegar a igualarlo o tal vez superarlo. Demostró inteligencia para reformularse y buscar los mismos objetivos (alta cantidad de triunfos, ataque goleador y defensa ultra segura), actuando de una manera distinta y sensata en la cancha.

Es probable que el argentino renueve hasta fines del 2019. Partiendo de la base futbolística lograda, tendrá dos años por delante para generar un relato de mayor peso en el Cacique. Un club que, en la urgencia, no precisa Copas Chile ni Supercopas; sí campeonatos nacionales y protagonismo constante en Sudamérica.