La condición de Hugh Hefner a su viuda e hijos para heredar su fortuna

Hugh Hefner, el fundador del imperio Playboy, falleció el pasado 27 de septiembre a los 91 años en su conocida mansión de Beverly Hills dejando una fortuna valorada en 43 millones de dólares (más de 36 millones de euros) que sus cinco herederos podrán disfrutar si cumplen una innegociable condición.

Según ha revelado el portal "The Blast" filtrando parte de su testamento, Hefner nombró beneficiarios a su viuda Crystal Harris y a sus cuatro hijos, David, Kristy, Cooper y Marsden y estableció una clausula que les prohíbe rotundamente abusar del alcohol o de las drogas para seguir recibiendo la herencia.

Ésta estipula que si los administradores de la herencia consideran que alguno de los beneficiarios consume alguna sustancia ilegal de manera rutinaria o frecuente sin prescripción médica y, como consecuencia, creen que "es incapaz de cuidar de sí mismo o de administrar sus asuntos financieros, todas las distribuciones y derechos serán suspendidos".

Para garantizar que se cumpla esta condición, Hefner autorizó a los administradores a someter a cualquier beneficiario a un test de drogas y en caso de que den positivo, suspender su herencia hasta que las pruebas demuestren que ha cumplido por lo menos un año sin consumir y que "es capaz de cuidar de sí mismo y de administrar sus asuntos financieros".

Esta condición del testamento de Hefner ha llamado la atención por la vida de exceso y las constantes fiestas de la Mansión Playboy, pero tal y como subraya el citado medio, el editor expresó en una entrevista su repulsa a las drogas y al alcohol diciendo que son perjudiciales y que matan a personas. Por ello, trató de mantener a salvo a sus beneficiarios bajo la amenaza de ser privados de su millonaria fortuna.

Hefner también estableció quiénes no son sus herederos

Era habitual ver a Hugh Hefner rodeado de exuberantes mujeres y de sus "conejitas" y es evidente que tuvo una vida sexual muy activa. Para evitar que puedan salirle más hijos, Hefner también estableció otra clausula que deja claro que no deben ser reconocidos desheredando a "cualquier persona que diga ser un hijo mío, incluido cualquier hijo concebido después de mi muerte, a menos que ese niño viva conmigo en mi hogar y haya sido reconocido por mí como mi hijo".