Los Suns ganan a los Grizzlies con una de las canastas del año
Chandler completa un alley-oop desde la banda y a falta de seis décimas y da el triunfo a los de Arizona. Marc Gasol tuvo un mal día en el tiro.
Memphis está en annus horribilis, un hecho confirmado por sus nueve derrotas en sus últimos once partidos, dos de ellas en Phoenix en menos de una semana. Y casi iguales por resultado: 97-95 y 99-97. Pero no por formas: en la primera el equipo falló sus últimos once tiros de campo, esta vez la defensa no pudo contener un saque de banda con seis décimas por jugar y se comió uno de los buzzer beaters del año. Bender colgó (muy bien) el balón desde el lateral y Tyson Chandler lo reventó en el aro por encima de un Brandan Wright que pareció no entender hasta unos segundos después lo que había pasado. Kobi Simmons lanzó un último tiro a la desesperada para un equipo que hace poco más de un mes recibió un triple milagroso de Harrison Barnes para perder contra los Mavs (94-95). Sí, es uno de esos años…
La cara de Marc Gasol y los Grizzlies con el alley-oop de Bender y Tyson ¡No daban crédito!
En gran parte por sus pecados. Los Grizzlies no están sabiendo hacer la (muy difícil) transición desde los años del grit and grind y muy mal tenía que estar la cosa internamente para que David Fizdale, que puede ser uno de los entrenadores del futuro en la NBA, tuviera que dejar su sitio. Mike Conley sigue lesionado (un asunto recurrente para un jugador fantástico), Chandler Parsons sigue sin aportar con continuidad (esta vez no jugó) y un refuerzo arriesgado como McLemore ya está saliendo totalmente de la rotación.
Marc Gasol tampoco está cómodo, un hecho que demuestran sus números y que vociferan las sensaciones en pista. Esta vez anotó 18 puntos con 16 tiros (4/16), gracias sobre todo a un 10/11 en tiros libres sacados a base de rascar en la zona. Ni un triple y ni una sola asistencia (dos de los factores que le devolvieron el año pasado a la elite de los centers después de su grave lesión en un pie). Y los Grizzlies son el tercer peor equipo de la liga (10-24), ya en el cogote de los Mavs (10-25) y solo con los Hawks claramente por detrás (8-25). Por ahora.
Si en la primera derrota en Phoenix (ojo: cuatro victorias de seis y 13-23) les fulminaron aquellos 11 tiros fallados, esta vez a los Grizzlies les pesaron demasiado casi seis minutos sin anotar en el último cuarto. En ese tramo los Phoenix metieron 13 puntos y convirtieron un 78-82 en un 91-82. Solo los Kings (96,6) anotan menos que los de Tennessee (97,1), que tienen el cuarto peor rating ofensivo y son uno de los equipos que peor tira por fuera. Demasiado poco hasta que estos Suns, en los que TJ Warren anotó 17 puntos y Devin Booker, que volvía después de nueve partidos de ausencia, acabó con 32 y seis asistencias.
Pero la imagen de la noche es ese mate de Chandler que siguió, por cierto, a otro en rebote de ataque de Jarell Martin que parecía mandar el partido a la prórroga ya en el último segundo. Pero el destino tenía reservado otro palo para los Grizzlies. Cosa de annus horribilis.