Hernández
Año nuevo en problemas para Colo Colo
La reunión con Aníbal Mosa y Pablo Morales en Buenos Aires no solo no convenció al delantero sino que desató su ira por los eventuales términos de la negociación.
Quedan pocas horas para el año nuevo y el anhelo de mejores tiempos será probablemente lo que más se escuche la noche de este domingo. Una expresión de deseo que repetimos cada 31 de diciembre y, en muchas ocasiones, va aparejada de sabrosos ritos según sea la tradición familiar. La instancia, festiva, amistosa, de encuentro, muestra lo mejor de nosotros. Comemos rico, lo pasamos bien, nos evadimos, pero la realidad es que el primer día hábil de enero los problemas reaparecen y hay que seguir remando. El show debe continuar.
En Colo Colo la tarea mayor será buscar un relevo para Lucas Barrios. La reunión con Aníbal Mosa y Pablo Morales en Buenos Aires no solo no convenció al delantero sino que desató su ira por los eventuales términos de la negociación. Blanco y Negro le allegó una propuesta millonaria, pero a la Pantera no le satisfizo y cuestionó duramente los modos de la conversación con los dirigentes albos.
Según declaró Barrios a FOX Chile, recibió un planteamiento ambiguo, sin convicción, desconcertante. "Me usaron y ahora engañan al hincha colocolino", denunció. Ahora, pregunta principal es, ¿a Lucas no le cerró la oferta o en verdad pasó la factura porque esperaba un mejor trato? Seamos claros, si el goleador hubiera querido venir a todo evento tendría que haberlo hecho por cariño e identificación con el club no por un contrato irrenunciable o una sonrisa más o menos. En Chile le estaban ofreciendo un salario altísimo para el ámbito local y la opción de reencontrarse con el afecto incondicional del pueblo albo. Si la negociación fue tensa y tuvo tiras y aflojas es parte del fútbol y sus particularidades.
Supongamos que a Mosa y Morales les faltó sensibilidad, que debieron ser más cuidadosos por la historia de los dos fichajes fallidos, que la oferta inicial fue baja para un jugador de su categoría e incluso que fueron extremadamente conservadores durante la mayor parte de la negociación –con el riesgo de un eventual cabreo del jugador– pero ¿acaso eso era motivo suficiente para que todo terminara tan mal? Cuesta imaginar racionalmente a los dirigentes albos haciendo esperar dos horas a Barrios en el lobby del hotel u ofreciendo el doble de plata cuando la operación se caía. Si fue así, ¿por qué no la tomó? Nadie duplica los montos de un minuto para otro. No existe. Ni es serio con las finanzas del club. Esa parte de la versión no es creíble.
En otro extracto de su entrevista, Barrios aseguró que Mosa habría admitido que su peor error como presidente había sido contratar a Chupete Suazo a fines de 2014. En esa fecha, sin embargo, el presidente era Arturo Salah. Por lo visto, el ariete quiso descargar toda su artillería contra el timonel albo, pero mezcló peras con manzanas y se enredó. No queda otra que ponerle asterisco a su declaración que pierde verosimilitud por intentar dejar mal a su contraparte con cualquier argumento.
Con el paso de las horas habrá que separar la paja del trigo e ir consolidando la información. Si Colo Colo fue capaz de hallar la fórmula para contratar a Jorge Valdivia, de seguro, también la tenía para fichar a Barrios, más con la intervención vía remota de Pablo Guede desde sus vacaciones. Al goleador albo le pesó su pasado, el error de otras administraciones y quizá no tuvo la tolerancia necesaria para llevar a cabo una negociación más tirante, con flecos, como suele suceder cuando hay mucha plata en juego y los recursos son limitados. Tal vez, Lucas esperaba trato de ídolo y recibió solo una atractiva propuesta económica. En fin, no será la primera ni la última vez que una colisión de expectativas deja trunco el sueño de los hinchas. Lamentablemente, este partido no tiene vuelta atrás.