EN DUBLÍN

McGregor alquila un parque de atracciones por una noche

El luchador cerró el Winter Funderland para disfrutarlo en exclusiva con los suyos, incluido un niño con una conmovedora historia.

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Conor McGregor en el parque de atracciones de Dublín 'Winter Funderland'

Conor McGregor ha ganado una fortuna dentro de los cuadriláteros y puede permitirse casi cualquier lujo. Ayer por la noche, se concedió uno con el que más de uno ha soñado alguna vez que en su caso, más que un lujo es un simple capricho: alquiló un parque de atracciones solo para él y sus "elegidos".

El luchador irlandés de la UFC cerró las puertas de un conocido parque de atracciones de Dublín, el Winter Funderland, para disfrutar de una noche de diversión garantizada rodeado de sus familiares y amigos tal y como él mismo descubrió en su cuenta de Instagram.

"Esta noche he abierto el Funderland para que mi familia y amigos se lo pasen bien en este frío lunes de enero", comentó junto a una de las fotografías que compartió a lo largo de la noche.

En otra de ellas, McGregor posó con tres de sus invitados y descubrió la conmovedora historia que les une a ellos. El hombre es Ciaran Maher, su compañero de entrenamiento, y le acompañan la mujer y el hijo de éste. Según cuenta, el pequeño estuvo ingresado en el departamento cardiaco del Hospital Our Ladies y casualmente, le visitó junto al resto de pacientes sin saber que era el hijo de su compañero. McGregor no aireó esta visita al hospital, pero un día Ciaran se le acercó para darle las gracias y le contó que ese hospital salvó la vida de su hijo.

"Invité al pequeño campeón, a mi hermano Ciaran y a su esposa hoy y fue genial conocer al hombrecito, gracias por venir", concluye McGregor en el texto que ha acompaña la imagen.

El luchador se declaró feliz junto a otra foto en la que aparece con un helado en la mano con el siguiente mensaje: "este es un hombre feliz en medio de todo! Dios bendiga la vida". Y como no, también posó junto a su hijo, Conor Jack McGregor Jr., en esta noche tan especial.

El pasado mes de octubre, Conor McGregor tampoco escatimó en gastos en el bautizo de su hijo y organizó una estrafalaria fiesta con animales, acróbatas, atracciones, fuegos artificiales y otros extravagantes detalles.