Los Cavs salvan los muebles con siete triples de JR y un gran Rose
LeBron cerró el partido con triple-doble y 11 de las 20 pérdidas de su equipo. Los Pacers lucharon hasta el final liderados por la pareja Oladipo-Sabonis.
Necesitaban el triunfo más que nadie en toda la competición, y lo consiguieron. Sufriendo hasta el final, perdiendo 20 balones por cuarta vez esta temporada y pese a que Isaiah Thomas sigue sin encontrar su sitio, los Cleveland Cavaliers salvaron los muebles gracias a los siete triples de un renacido JR Smith y al gran trabajo desde el banquillo de un Derrick Rose que nos sacó una sonrisa a todos los aficionados y profesionales del mundo del baloncesto: fresco, rápido, acertado. Una pequeña muestra del viejo Rose.
Fue el primer triunfo de los Cavs contra los Pacers esta temporada (1-3) y solo el segundo en los últimos ocho partidos. Ratos de buen baloncesto en la primera mitad (movimiento de balón), pero también las ya famosas desconexiones (como la transición defensiva tras un mate de LeBron en el primer cuarto) que tantos lamentos les han costado...
Esta vez si llegaron los triples de JR (llegaba con un 5/31 en sus últimos siete partidos), cuatro en un primer cuarto en el que los Cavs intentaron dar un golpe en el marcador. Los Pacers respondieron con velocidad, transiciones, circulación... Y lucharon por el partido hasta el final de la mano de la pareja de oro, Oladipo (25+6+7) - Sabonis (17+11), y de un Darren Collison (19+7+6) del que hablamos menos de lo que deberíamos. Juegan muy bien al baloncesto, una de las más gratas sorpresas de esta temporada.
LeBron se fue sin brillar al triple-doble (26+10+11) y perdió 11 balones, pero lo preocupante sigue siendo sin duda alguna su conexión sobre el parqué con Isaiah Thomas. El base, que sigue buscando su ritmo después de un largo periodo de recuperación (importante esto), no encuentra su sitio en el ataque de los Cavs. Fuerza más de la cuenta, falla, se enfada (recibió una técnica pidiendo una falta tras perder dos balones consecutivos)... Ayuda entre poco y nada en la circulación, frena el balón y abusa de los lanzamientos en transición en posesiones en las que solo él toca el balón. Mucho trabajo en este frente.
Otro que está completamente fuera de onda es Jae Crowder, que ya ha sido relegado al banquillo y tampoco parece encontrar su sitio en Cleveland. Hablamos de dos jugadores que llegaron a Ohio en el traspaso de Kyrie Irving y que habían hecho campañas maravillosas en los Boston Celtics.
La sonrisa del partido, la de Derrick Rose. El base, que jugó su cuarto partido después de perderse los 32 anteriores, estuvo fresco sobre la cancha. Atrevido con el balón y con confianza en un lanzamiento al que ha dedicado una increíble cantidad de horas en los últimos meses. Acabó con 14 puntos, 6/8 en los tiros, 2/3 en los triples y los Cavs fueron mejores con él sobre el parqué. Si sonríe Derrick, sonreímos todos.