Pizarro y Valdés, las dos caras de la moneda
¿Debe actuar así un referente como Pizarro? De inmediato se me viene a la mente Jaime Valdés. El jugador albo es uno de los pocos que, por trayectoria, podría equipararse al volante azul y el comportamiento de ambos es diametralmente opuesto.
“No estoy dispuesto a hacer un papelón por todo Chile con el plantel que tiene la U” o “me carga escuchar lo de darle tiempo (a los refuerzos). Acá no hay tiempo”, fueron las dos frases con que David Pizarro remeció el ambiente. Fue muy crítico y, para algunos, polémico.
Tal vez quiso utilizar palabras fuertes para despertar a sus compañeros. También podría interpretarse que no ayuda al camarín o que solo son palabras "para la tribuna".
¿Debe actuar así un referente? De inmediato se me viene a la mente Jaime Valdés. El jugador albo es uno de los pocos que, por trayectoria, podría equipararse al volante azul y el comportamiento de ambos es diametralmente opuesto.
‘Pajarito’ estuvo en el extranjero desde 2000 a 2013. Casi todo ese tiempo estuvo en Italia y, a diferencia de Pizarro, no pudo dar el salto a un grande del Calcio. Jugó en elencos medianos, como Parma y Fiorentina, o chicos como Atalanta, Bari y Lecce. Sporting de Lisboa fue su única experiencia en un equipo con más historia, aunque en una liga de segunda orden. De todas formas, siempre jugó y se las arregló para destacar.
Si comparamos ambas campañas afuera, está claro que Pizarro gana. Por rendimiento y por los equipos en los que actuó. Fue ídolo de Udinese y la Roma, jugó en el Inter, Manchester City y Fiorentina. Su trayectoria es admirable.
Pero si pensamos en la vuelta al fútbol chileno de ambos, la balanza se inclina claramente hacia el lado del colocolino.
¿Por qué? ‘Pajarito’ ha sido una figura trascendente desde que llegó. Ha ganado seis títulos, en todos ha sido protagonista, casi no ha mostrado bajones en su rendimiento, se ha mantenido en silencio, ha evitado los conflictos y, pese a sus 36 años, su nivel siempre parece ir en ascenso.
Pizarro, en cambio, volvió a Wanderers con la idea de retirarse en el club de sus amores. Estuvo lejos de rendir en la cancha y fuera de ella tuvo peleas memorables con los dirigentes.
A poco de haber regresado a Valparaíso habló en "La Gazzetta dello Sport" y se quejó del fútbol chileno. Incluso dijo que quería volver a Italia. Todo acabó en una abrupta, polémica y confusa salida del elenco porteño. Hoy no es bienvenido por muchos hinchas, referentes del club y buena parte de la ciudad.
¿Y en la cancha? Ha tenido partidos buenos en la U. Suma un título, ha hecho goles importantes, pero no es un jugador imprescindible ni titular indiscutido. Por su capacidad y carrera, sus últimos partidos se merecen algo más que un par de "frases fuertes".