NUTRICIÓN

Los alimentos prohibidos de los deportistas

Preparados, crudos, fritos, dulces… son algunos de los alimentos enemigos de los deportistas de alta competición por las consecuencias físicas derivadas.

Los alimentos fritos son perjudiciales por el alto poder calórico.

Cuando hablamos de alimentos prohibidos para los deportistas hablamos de la élite, la más alta competición y en momentos de máxima concentración, semanas previas, entrenos, etc… Alimentos que bien por su composición y características no son del todo saludables para los deportistas.

Alimentos preparados

De todos es sabido que los alimentos preparados llevan mucha más química, colorantes, que hacen que no sólo el sabor se vea alterado, sino que las propiedades naturales y nutritivas se hayan visto alteradas, además de en muchas ocasiones causar problemas digestivos.

Fritos

Los alimentos fritos tienen una carga calórica muy potente, mucha más grasa y el aceite recalentado no es saludable para la salud. A más grados, menos propiedades naturales se mantienen, y los alimentos fritos acaban rozando la ebullición, lo que llega a producir reacciones químicas que muchos médicos relacionan con enfermedades, como el cáncer a través de zonas quemadas en algunos alimentos, incluso una simple tostada.

Crudos

Los alimentos muy crudos no son tampoco recomendados al 100 % para los deportistas de élite, sobre todo por la posible intoxicación de algunas bacterias. Ayer mismo vimos un caso de meningitis a través de una batería de varios quesos de leche de oveja cruda.

Dulces

El músculo tiene memoria, y si está habituado a una dieta estricta, cualquier alteración lo perjudicará. Un exceso de azúcar como puede venir de tomar dulces, será totalmente perjudicial para la salud, no sólo física, sino también mental, produciendo un exceso de excitación y otras reacciones alteradas que en niños pequeños observamos sin escandalizarnos pero que son realmente perjudiciales.

Salsas y condimentos

La gran mayoría en su composición llevan azúcares añadidos, emulsionantes, colorantes, grasas... en ocasiones pueden hacer más pesada una digestión y añadir un extra a la dieta con el que no se contaba. Por muy buenas que estén, hay que prescindir de ellas.