La pérdida de las uñas haciendo running, ¡cuidado!
Las uñas de los pies se caen tras el traumatismo constante de la carrera, en ocasiones aparece el hematoma o se ponen amarillas, descartando que sean hongos, pero sí se llega a producir la pérdida.
El running es el deporte de moda por excelencia, un deporte de impacto que se realiza en cada ciudad, en cada pueblo, en cada país… Y como todos los deportes de masas, los profesionales sanitarios empiezan a ver lesiones comunes dando igual casi el nivel de quien las realiza. La más llamativa de todas es la relacionada con la pérdida de las uñas de los pies.
El running es un deporte de impacto, el pie está constatemente impactando sobre la zapatilla, y si esta no es la adecuada, sufre mucho más. Pero no sólo el pie, en ocasiones para evitar problemas como la metatarsalgia muchos corredores introduce almohadillas de gel para proteger la zona. Pero, ¿y qué pasa con los dedos?
El cuidado de los pies
Son los grandes olvidados. Las uñas de los pies parece que están tan lejos que no hay que hacerlas caso, y nada más lejos de la realidad. En muchos corredores, de correr con la punta se traumatizan las uñas de los pies impactando todo el tiempo en la zapatilla, lo que lleva a que se claven en el lecho ungueal y se ponen amarillas, enfermando. Algunas se llegan a caer.
Muchos corredores después de grandes pruebas terminando perdiendo las uñas; se empiezan a poner moradas por la base y otras veces, aunque no se pongan moradas y se caigan, como ha habido un hematoma, se quedan amarillas, pero no son hongos, es el hematoma que hay debajo.
Llevar una buena horma sería una medida muy recomendable para evitar tanto el impacto. De la misma manera que llevar las uñas de los pies muy cortas para evitar cualquier molestia. Al primer problema y cambio de coloración de la uña, lo más recomendable sería acudir a un podólogo para revisar bien las uñas, los dedos, y la pisada en la zapatilla habitual.