Así se resuelve el cubo de Rubik en menos de medio segundo
Literalmente, si uno parpadea se pierde el momento en que este robot resuelve el clásico rompecabezas ochentero en 0,38 segundos.
Nacido en 1974 aunque comercializado en 1980, pocos elementos hay tan icónicos de los años ochenta como es el Cubo de Rubik, un rompecabezas mecánico tridimensional que se vendía como juguete para niños y que acabó poniendo de los nervios a más de un padre. Creado por el profesor de arquitectura y escultor húngaro Erno Rubik, su ‘cubo mágico’ tiene el honor de ostentar el título de Juguete más vendido del mundo. Y desde que se convirtió en icono ochentero, el cubo de Rubik ha sido rediseñado hasta la saciedad dándole otras formas y haciéndolo más difícil. Pero el original sigue ahí, tentándonos a resolverlo.
Así se resuelve el cubo de Rubik
Hay quien lleva años -sino décadas- liado con el dichoso cubo y apenas ha resuelto una o dos caras. Y también los hay como SeungBeom Cho, un joven que actualmente tiene el record del mundo en resolver el cubo de Rubik, algo que le lleva sólo unos escasos 4,59 segundos como vemos en este vídeo. Impresionante sin duda, pero para impresionante y también para demostrar la eficacia del pensamiento artificial lo que hace este robot, que tarda mucho menos que Cho en hacerlo.
Con cámaras PlayStation
El robot está compuesto por seis motores ServoDiscs U-9, seis drivers motorizados y lo más curioso: dos cámaras web PlayStation Eye, la cam oficial de PlayStation 3 con capacidad de detección y escaneo de movimiento. Sus creadores señalan que la máquina no estaba siquiera operando a toda potencia: “La máquina puede ir más rápido, pero el proceso de girar (las caras) consume mucho tiempo”, y si se va sin cuidado puede provocar la rotura del cubo.
De hecho, “hemos usado el cubo más barato que hemos encontrado en Amazon”, aunque al final, en vez de cientos de cubos de Rubik “solamente hemos necesitado cuatro”. En este vídeo de aquí podéis ver lo que pasa cuando el proceso de girado intenta ir tan rápido como el cálculo de la máquina: piezas volando por todas partes, lo que más de uno seguro que ha hecho con el cubo de Rubik tras la rabia de no poder resolverlo.