Así vivió Reinaldo Rueda su primer partido al mando de la Roja
En medio de semanas marcadas por la sombra de Claudio Bravo, el DT colombiano se mostró activo, de pie, preocupado de la ubicación de la defensa y dando ánimo de forma permanente.
Seguramente el de Chile ha sido el inicio de proceso más convulsionado en la carrera de Reinaldo Rueda. Aún su equipo no entraba a la cancha y ya estaba en medio de una polémica. Debió responder una y otra vez por el tema de Claudio Bravo, se molestó con la prensa y pidió enfocarse en el fútbol. Quería responder por lo que ocurriría dentro de la cancha y por eso es que su debut lo vivió al máximo.
Apenas sonó el pitazo inicial se paró de su asiento, quiso ver de cerca cada acción. Su primera instrucción fue para Mauricio Isla, que no descuidara su posición y luego, le pidió calma a Jean Beausejour a la hora de proyectarse. Su primer enojo fue por el cobro de un foul a Pedro Pablo Hernández y mientras recorría el área técnica una y otra vez, se encargó de ordenar a los cuatro defensas para que no perdieran su lugar. Se preocupó con una la caída de Vidal y apuró al cuerpo médico para que fueran a atenderlo.
El tiro de Vargas, que casi terminó en gol, provocó sus aplausos. A la jugada siguiente, vino el tanto de Vidal y el DT lo celebró con los brazos en alto y efusivos abrazos con sus colaboradores. El contraste vino de inmediato con la igualdad: miró al suelo, trató de dar ánimo y pidió calma. A los 35 minutos, llegó su primera charla con Bernardo Redín, su ayudante técnico.
En el complemento, las cosas no cambiaron en demasía. Estuvo de pie todo el rato y los centrales fueron quienes recibieron más instrucciones. Les pidió marcar de cerca en las pelotas detenidas y aplaudió una de las jugadas más peligrosas del ataque nacional: pase de Alexis y remate de Beausejour que repelió el meta Nordfeldt. A los 60 minutos, nueva conversación con su asistente e instrucciones para Castillo y Valdés, sus primeros cambios. Al 'Nico' le pidió meterse entre medio de los centrales suecos y al jugador del Morelia, transformarse en el '10' del equipo.
Su desahogo llegó en el epílogo. Marco Bolados, una de sus grandes apuestas en la nómina, anoto el gol del triunfo y su serenidad se acabó. Levantó las manos, agitó los brazos y recibió los abrazos de todo su staff. El inicio de su era fue triunfal.
Así, el DT colombiano pasó sus primeros 90 minutos al frente de la Roja. Calmado, de pie siempre, ordenando permanentemente a su defensa y dialogando mucho con su ayudante Bernardo Redín. A la luz de los hechos, estos primeros instantes al borde de la cancha fueron mucho más tranquilos que los días previos fuera de ella.