¿Quién ganará el Superclásico?
No hay ninguna duda. Los hechos están muy claros. Universidad de Chile es el equipo que carga con el favoritismo para el Superclásico. Por mejor diferencia de gol, los azules le arrebataron el primer lugar del torneo a la UC hace un par de fechas. Solo perdieron contra Unión Española en la primera jornada, saliendo recién de una dura y exigente pretemporada. Después sumaron siete triunfos consecutivos. Una recta inicial notable.
En la Copa Libertadores, un mundo aparte que no tiene nada que ver con el torneo doméstico, el asunto también es favorable para los dirigidos por Guillermo Hoyos. Vencieron a Vasco da Gama en Río de Janeiro y empataron ante Racing de Avellaneda en el Nacional. Comandan su grupo, junto a los argentinos. Lo más importante es que el juego desplegado ha cumplido con las exigencias del plano internacional (velocidad en las transiciones, presión en bloque, circulación del balón simple y rápida, volumen ofensivo y defensivo alto).
Todo indica que el DT azul dio con la tecla en el plano táctico. Para defender, la línea de cinco atrás ya es un hecho y a nadie se le ocurre poner en tela de juicio este diseño. El doble '6' en el mediocampo, compuesto por Reyes y Pizarro, muestra más funcionalidad: el ex acerero otorga equilibrio y el Fantasista se desprende para echar una mano en la creación. Araos ya es el '10' del equipo: con el balón en los pies, exhibe un halo a Matías Fernández, por su motricidad y la tendencia al cambio de ritmo en conducción. Arriba, Soteldo empieza a desequilibrar con sus aceleraciones y frenos, mostrando más sintonía con el resto y, en especial, con Pinilla.
Colo Colo se encuentra en las antípodas. Primero, el lío es grande en el camarín, luego del famoso tuit de Barroso durante el entretiempo del partido contra San Luis. Las informaciones son contradictorias sobre el tenor de la reunión del zaguero con el plantel para explicar su polémico mensaje. Sí coinciden en que Guede optó por no abordar el tema con el defensor, buscando no agigantar el asunto. Seguramente, en la vuelta a los entrenamientos hubo un hola y chao entre ambos. Nada más. Claro, lo cortés no quita lo valiente.
El Cacique se encuentra a ocho puntos de distancia de la U. En un torneo largo, no es gran cosa. Sin embargo, en la cancha la diferencia es mayor. No juega bien Colo Colo. Guede lo detectó hace rato. Sus repetidos cambios de sistema táctico así lo indican. El 1-3-4-1-2 había sido ley para el DT, pero lo modificó. Está jugando con 1-4-3-1-2. Es más, en el segundo tiempo en Quillota armó un 1-4-2-3-1, tras el ingreso de Carvallo. Son varias dudas para un tipo que se había mostrado muy fiel al esquema posicional que lo hizo ganar un campeonato, la Copa Chile y también una Supercopa.
Probablemente, la ilusión para los albos radica en que que esto es fútbol. Un deporte que encaja en el ámbito de las habilidades abiertas, donde la incertidumbre, la impredescibilidad, la no linealidad juegan un papel clave. Eso es una cosa y también hay otra muy importante.
Después del tremendo 'porrazo' de cederle el título en bandeja a la U en el primer semestre del año pasado, el equipo de Guede toleró la presión. Ganó el campeonato siguiente, pese a varias vacilaciones. Antes, si perdía la Supercopa contra la UC, decían que el DT estaba en peligro y se impuso con clase, a mediados de 2017. Una cosa similar sucedió también en la fecha antepasada contra los cruzados y su equipo ganó, por su amplia superioridad. En el Cacique seguramente se aferran a esa resiliencia futbolística para salir otra vez airosos este domingo, en el Nacional.