Tengo fe en Hoyos
El Superclásico del fútbol chileno se jugará este domingo en el Estadio Nacional y la estadística de los últimos años es lapidaria en contra de Universidad de Chile. Por lo tanto, es el momento para que Ángel Guillermo Hoyos se instale en lo más profundo de los recuerdos de los hinchas azules.
Después de la ignominiosa caída por 4-1 en el último partido en el Monumental, el técnico quedó con una deuda no sólo con los fanáticos y los seguidores azules, sino que consigo mismo. Y aparte de cobrarse la revancha, tiene la oportunidad perfecta para demostrar que puede ser un entrenador que gana los partidos importantes.
Tras un inicio de año con dudas, el DT encontró la fórmula para darle seguridad al equipo en defensa e intensidad en ataque. Fue lo suficientemente flexible para cambiar a línea de tres en retaguardia con Rodrigo Echeverría como líbero, para darle así la relevancia necesaria a David Pizarro y creer en el rápido desarrollo de Ángelo Araos.
A partir de ahí le dio certezas al equipo. Lo cambia muy poco, salvo por las rotaciones casi obligadas debido a la Copa Libertadores. El equipo juega con tranquilidad. Esta U de Hoyos versión 2018 puede no tener un buen día y estar con las luces apagadas, pero jamás le pasarán por encima.
El entrenador además supo refrescar al equipo en el momento preciso, con jugadores jóvenes que le dan la intensidad necesaria en la alta competencia.
Hoyos no pierde la calma y sabe que el cielo le puede quitar todo lo que ha ganado. Pero también tiene claro que si existe un momento para borrar alguna duda que quede sobre su forma de liderar es ahora, justo cuando el archirrival pasa por su peor momento.