¿Colo Colo de todos?
¡Qué día para Blanco y Negro! Con la resaca de un Superclásico muy festejado, la junta de accionistas del martes tenía reservada una sorpresa mayúscula, impensada e inimaginable.
Como un brillante prestidigitador echa la mano al sombrero para sacar un conejo, Leonidas Vial consiguió crear un quinto voto en el directorio que se sumara a sus colores con una hábil maniobra de su imperio bursátil y, en buena parte también, por el descontento que sumó Aníbal Mosa entre una significativa fracción del pueblo albo.
El empresario portomontino no esperaba una jugada así y no pudo reinventarse en una maniobra tan hábil como la de la junta anterior, donde obtuvo la reelección gracias a un vínculo, a la postre frágil, con el Club Social y Deportivo.
Consumada la salida de Mosa de la testera, que para muchos significa también la partida del entrenador Pablo Guede, Vial echó mano a otra maniobra inesperada y, por lo mismo, muy efectista. Gabriel Ruiz-Tagle, ex presidente de la concesionaria entre 2007 y 2010 y ex ministro de Deportes, salió del ostracismo en el que estuvo desde hace dos años, cuando estalló el escándalo de la colusión del papel higiénico, para convertirse en el nuevo mandamás de Blanco y Negro.
La maniobra, que hasta ayer era inimaginable, debe ser analizada con pinzas. Si bien la salida de Aníbal Mosa fue la cosecha de algo que él mismo sembró con una conducción personalista y descuidada, la llegada de Ruiz-Tagle no es consensual porque supone algunos cuestionamientos éticos que los asesores del ex subsecretario tienen claro que serán motivo de consulta apenas llegué a sentarse en el sillón de la presidencia.
Una vez ya presidente, lo primero que hizo Ruiz-Tagle fue respaldar a Pablo Guede en un proceso que está a mitad de camino y que requiere, según él, apoyo total. ¿Qué responderá el entrenador? Le tiraron la pelota a él. ¿Saldrá jugando o la reventará a la galería?
Esta historia continuará...