Lo que Ruiz-Tagle debe aclarar
La venganza es un plato que se sirve frío, escribió Arturo Vidal pocos minutos después de conocerse el sorteo que emparejó al Bayern Munich contra el Real Madrid por las semifinales de la Liga de Campeones de Europa. Este martes, el día en que se confirmó que el Rey Arturo se perderá el resto de la temporada, a miles de kilómetros, en Colo Colo, el club de sus amores, León Vial recuperó el dominio del directorio de Blanco y Negro con una ajedrecística movida que le permitió remover a Aníbal Mosa y colocar en la testera a Gabriel Ruiz-Tagle. Casi tres años (1.089 días) después del brutal desencuentro entre el empresario puertomontino y el dueño de la corredora de bolsa, éste último consiguió cobrarse revancha.
El regreso de Ruiz-Tagle a la presidencia alba supone un cambio radical en la conducción personalista de Mosa. El ex ministro de deportes llega para establecer nuevas políticas de administración y relacionamiento. Si hasta ahora, el club lo manejaban Mosa, Pablo Morales, su director más cercano, y Pablo Guede, Ruiz-Tagle viene decidido y con poder para dar un golpe de timón y hacer modificaciones sustanciales. La primera, reponer a la brevedad el cargo de director deportivo.
Con todo, más allá de cómo se encaucen los nuevos tiempos en Macul, el arribo de Ruiz-Tagle no será precisamente sobre aguas calmas. El ex mandamás tiene una historia de cercanía con la antigua coordinación de la Garra Blanca que no se olvida y muchos aún cuestionan. Tampoco los cargos que enfrentó por la colusión del papel higiénico y que perjudicaron la continuidad de su carrera política, al punto que debió bajar su candidatura a la alcaldía de Providencia. En las últimas horas, en redes sociales, no pocos hinchas de Colo Colo manifestaron su completo desacuerdo con su regreso y queda pendiente la reacción de los seguidores albos el sábado en el Monumental. Ruiz-Tagle comienza con una parte del estadio en contra. Es una realidad.
¿Qué pasará con Pablo Guede? Ruiz-Tagle planteó la voluntad de que se quedara. Guede, informado por Mosa de que la mano venía mala, canceló la práctica del primer equipo para no exponer a los jugadores y evaluar escenarios. Tiene contrato vigente y cierto aire fresco tras la victoria en el Superclásico, pero en dos semanas más puede quedar eliminado de la Copa Libertadores y la crisis tornarse irreversible. Hoy las señales apuntan más a su salida que a su continuidad en el cargo. La coyuntura, con Mosa fuera del poder, representa un contexto favorable para el técnico argentino porque se iría en consecuencia y antes de que se reactiven las críticas deportivas. Todo está por verse.
¿Llegaron tiempos mejores a Macul?