La derrota ante Unión La Calera provocó un remezón fuerte en Universidad de Chile, uno que costará digerir. El cuadro de Ángel Guillermo Hoyos no sólo sufrió una de las peores derrotas en la historia del club . También dejó al descubierto varios problemas que ya habían aparecido luego del Superclásico.
Uno de los más importantes parece ser la falta de alternativas con las que cuenta el entrenador para echar mano cuando faltan los titulares. El plantel azul es amplio, con varios jugadores de experiencia, sin embargo, tras el desastre de Quillota son pocos los que asoman para pelear un lugar.
En defensa, Rafael Vaz aún no logra ganarse la confianza de Hoyos y el jueves ante Cruzeiro el técnico incluso optó por Alejandro Contreras en su lugar. En un escalón similar se encuentra Rafael Caroca, quien ha tenido escasas oportunidades, y el domingo tuvo que hacerlo como defensa con un resultado nefasto.
En el mediocampo Gustavo Lorenzetti y Armando Cooper aparecen hasta ahora como actores de reparto, lejos del protagonismo que requiere su posición. El caso del panameño es el más preocupante en la U: el volante asoma como puntero para el técnico, sin embargo, hasta ahora sólo ha jugado un partido y su rendimiento quedó al debe (tal como el resto del equipo).
En ataque, Isaac Díaz y Francisco Arancibia tampoco logran aprovechar sus oportunidades. El 'Torito' compartió ataque ante La Calera con Mauricio Pinilla, sin embargo, no convence. Por su parte, el joven asoma en un escalón debajo de Yeferson Soteldo o Nicolás Guerra.
Luego de una buena racha que se extendió por varias semanas, hoy la U asoma como un equipo con dos caras opuestas. Por un lado, ha mostrado capacidad para competir en uno de los grupos más difíciles de la Copa Libertadores. Por otro, las últimas derrotas muestran un equipo agotado, con escasas respuestas y sin alternativas en el banco de modificar el escenario.