MUNDIAL 2018
Los goles de Xhaka y Shaqiri: una historia marcada por la guerra
Los protagonistas del triunfo ante Serbia usaron el mismo festejo: el símbolo del águila bicéfala de la bandera de Albania.
El Mundial de Rusia nos ha entregado todo tipo de festejos, pero ninguno con un significado tan profundo como los que protagonizaron los suizos Granit Xhaka y Xherdan Saquiri, autores de los goles que le dieron el agónico triunfo a Suiza frente a Serbia.
La celebración de ambos, las manos convertidas en la representación del águila bicéfala de la bandera de Albania, demostraban lo que para ellos significaba este partido. Un clásico marcado por su ascendencia albana-kosovar, y con una historia en común: el sangriento en conflicto entre Kosovo y Serbia.
Sólo meses después de Xhaka, nació Xherdan Shaquiri. Lo hizo en Gnjilane, una pequeña ciudad kosovar, pero a corta edad aprendió el significado de ser inmigrante. Sus padres, ambos albanseses, decidieron escapar de una zona de guerra cuando él tenía dos años. Se radicaron en Augst, donde Shaquiri creció como un suizo más: se armó en el Basilea, debutó en un Mundial en Sudáfrica 2010, y se ha convertido en una de las figuras, pero nunca ha olvidado su origen.
Un mes antes del Mundial de Rusia publicó los zapatos que iba a usar en la cita: en la izquierda la bandera de Suiza; en la izquierda la bandera de Kosovo. Con ellos hoy anotó el gol más emotivo de su carrera. Una forma de sanar, aunque sea mínima, las heridas de la guerra.