La anécdota que demuestra la grandeza de Robin Williams
El periodista Toni García Ramón ha contado una gran anécdota sobre Robin Williams y su manera de cambiar el estado de ánimo de las personas

El gran Robin Williams nos dejó hace ya casi 4 años pero su legado sigue muy muy vigente. La última prueba de ello es un hilo de Twitter que le ha dedicado el periodista Toni García Ramón contando una anécdota en la que el actor y cómico americano demuestra su grandeza y ese aura de paz que siempre desprendía.
Hace unos cuantos años. Igual 8 o 9. Debía ser 2010 o 2011. Yo estaba en Pasadena para los TCA. El TCA es un encuentro para la crítica estadounidense de televisión que organizaban las propias cadenas. Yo había conocido a alguien de HBO cubriendo festivales de cine.
— Toni Garcia Ramon (@tgarciaramon) July 8, 2018
García Ramón tuvo la oportunidad de asistir a una TCA, uno de los encuentros que tienen los actores de series con la crítica estadounidense. El periodista se encontró en Pasadena (California) con la posibilidad de entrevista a Larry David, un cómico genial y también uno de los tipos más difíciles en el cara a cara y grabadora en mano.
Así que dije que sí.
— Toni Garcia Ramon (@tgarciaramon) July 8, 2018
Como solo daba dos entrevistas me pusieron con una periodista alemana.
Larry David nos saludó, hice la primera pregunta y desde el minuto dos empezó a meterse con la alemana, haciendo chistes de nazis, sentado como si se hubiera caído del techo.
En esta anécdota se cuenta cómo la entrevista con David estaba siendo realmente incómoda gracias a una serie de chistes sobre nazis que le había hecho a una periodista alemana y cómo todo cambió cuando apareció en escena el gran Robin Williams.
Hasta que alguien llamó a la puerta.
— Toni Garcia Ramon (@tgarciaramon) July 8, 2018
Era el puto Robin Williams. Con una camiseta hawaiana.
La llegada de Robin Williams a la escena cambia por completa el estado de ánimo de todos, Larry David incluido. Y enseguida contagia a todos los presentes de un buen humor que a García Ramón le sorprendió. El efecto sanador de un ángel como Robin Williams se sigue recordando aunque hace años que ya no esté entre nosotros.
Siempre pensé que había presenciado un pequeño milagro: un tipo mágico, un trozo de pan eléctrico que había cambiado el humor de un hijo de perra integral.
— Toni Garcia Ramon (@tgarciaramon) July 8, 2018
No le vi más, y solo conservo esos cinco minutos de Robin Williams, pero vaya putos cinco minutos.