Cazorla renace tras su calvario: primer partido en 636 días
Disputó unos minutos en el amistoso del Villarreal ante el Hércules. No pisaba un terreno de juego desde hace 636 días en un duelo frente al Ludogorets.
Santi Cazorla volvió un día a jugar. El volante español empieza a salir del calvario de las lesiones, y sumó minutos en un amistoso disputado entre su equipo, el Villareal, y el Hércules en España.
El mediocampista que fue figura bajo el mando de Manuel Pellegrini en el Villareal y luego Málaga, renace así de un calvario que le mantiene desde octubre de 2016 fuera de los terrenos de juego. Fue el día 19, en el Emirates, en un partido de Champions ante el Ludogorets. Un total de 636 días.
Así narraba Cazorla, en una entrevista para As, lo que sintió aquel encuentro: "Lloraba en el campo, era insoportable, acabé llorando y a falta de nada pedí el cambio. Y hasta hoy. Ese partido recuerdo que fue insoportable, mira que he jugado con dolor, pero aquello fue increíble. No estaba feliz, no disfrutaba jugando. Era muy duro y decidí que hasta ahí llegaba, que no aguantaba más".
Pero los problemas con las lesiones de Cazorla vienen de años atrás. El 10 de septiembre de 2013, el ahora futbolista del Villarreal sufrió un golpe en el talón derecho. Aquel contratiempo derivó en la rotura del hueso. Pero, sin aparentes problemas, volvió a los terrenos de juego. Aparentes, porque, en realidad, el futbolista llegó a declarar que, en ocasiones, se le caían las lágrimas del dolor.
En la temporada 2015-16, Cazorla sufrió una rotura de ligamento en la rodilla izquierda. El asturiano consiguió sanar esa lesión con los tratamientos médicos, pero el tiempo de baja terminó por complicar sus problemas en el talón.
Tras el mencionado encuentro ante el Ludogorets, los médicos dictaron que era necesaria una operación en el talón. El futbolista expresó así su sentimiento de impotencia: "Primero no sabía lo que tenía, después llegaron las operaciones y para acabar las bacterias de quirófano. Es verdad que han habido errores médicos y alguna negligencia, pero el culpable soy yo, ya que yo decidí dónde operarme y no salieron las cosas bien".
La bacteria que menciona Cazorla le llegó a comer cerca de diez centímetros de talón. Incluso cuando parecía mejorar, tuvo que volver a pasar por el quirófano: "Tenía dolor, no era tan grande, pero no desaparecía. Hasta que un día se partió el tendón de forma parcial. Al abrir vieron que el tendón no había cicatrizado bien y que presionaba nervios, lo que hacia imposible quedar bien. Así que me volvieron a operar".
Por suerte para el fútbol español, finalmente todo llegó a buen puerto y el asturiano está en plenas condiciones para realizar la pretemporada con el Villarreal. Eso sí, el jugador tiene claro que no continuará si no tiene el nivel suficiente: "Quiero que la gente sepa que voy para competir al máximo nivel, que en el momento que no pueda hacerlo, seré el primero en dejarlo. Si no puedo aportar, no estaré, yo no quiero engañar a nadie y menos al Villarreal".