El nuevo Vidal del Barça
Arturo Vidal fue presentado en Barcelona sin dejar ningún detalle al azar. Revisión completa de la rodilla, buenos resultados y medidas preventivas inmediatas para que la inversión no se deteriore. Eso en lo físico, en lo material. Pero en la imagen también hubo trabajo.
Alonso Vidal, el de la exclusiva mundial, fue casi tan protagonista como su padre en la presentación del lunes en Barcelona. Saltó a la cancha y jugó en el Camp Nou como si estuviera en la plaza del barrio. No faltará el osado que apueste desde ya a que será futbolista y que en los dominios de balón avisore a un nuevo talento del deporte.
Pero la presencia de Alonso tiene otro fin. El primogénito de Vidal estaba allí para demostrar que Arturo, el fiero jugador de aspecto intimidante, es también un ser humano. Y, más que eso, un padre preocupado y querendón.
¿Por qué hacerlo? Porque la imagen de Vidal en España es parecida a la que en su momento proyectaban deportistas como Denis Rodman o Mike Tyson. Muchos en la Península creen que Vidal es sucio, rudo, mal intencionado, matón y provocador. Como los villanos de la televisión. Su look punk y los tatuajes, además de los capítulos fuera de la cancha, ayudaron a alimentar una imagen los blaugranas quieren cambiar.
La presencia de Alonso obedece a eso. También el apaciguar el discurso anti Real Madrid. Y potenciar el relato triunfalista y épico marca registrada de Vidal: "Vengo a ganarlo todo".
El trabajo recién comienza, pero, en todo caso, lo más eficiente para que funcione bien será ganar muchas cosas con la camiseta blaugrana. No existe mejor receta que esa.