El trauma que Colo Colo quiere dejar atrás frente a Corinthians
Los albos se enfrentaron en tres oportunidades contra clubes brasileños en llaves directas. ¿El resultado? Siempre quedaron eliminados.
Colo Colo ya está listo para enfrentar a Corinthians por los octavos de final de la Copa Libertadores, una instancia a la que volvieron a acceder después de 11 años. El panorama, eso sí, es complejo, puesto que la historia ante clubes brasileños no es favorable para la escuadra chilena.
Los albos se midieron en tres oportunidades por llaves directas ante rivales de Brasil. En todas quedaron eliminados y dos de ellas aún son un recuerdo casi traumático para el elenco nacional.
En octavos de final de la edición de 1990, Colo Colo enfrentó a Vasco da Gama. Luego de una valiosa igualdad 0-0 en la ida en Río de Janeiro, el Cacique desaprovechó una ventaja de 2-0 en el Nacional. Empataron 3-3 y en los penales los cariocas clasificaron, tras el tiro fallado por Rubén Espinoza.
"Estoy triste, pero no fracasado. El fracaso es una palabra que no conozco. Asumimos el proceso con seriedad y perdimos", aseguró el entrenador Arturo Salah después la eliminación. Al año siguiente llegó la revancha: Colo Colo fue campeón de Copa Libertadores con Mirko Jozic en la banca.
Siete años más tarde, Cruzeiro fue el verdugo del Cacique en semifinales. Y la eliminación también fue en definición por penales, cuando la ilusión de un segundo título internacional se veía cada vez más cerca. Marcelo Espina, actual gerente deportivo, estaba en ese plantel.
En Belo Horizonte, Colo Colo perdió 1-0 y en Santiago ganó 3-2 bajo la lluvia, pero cayó 4-1 en la tanda desde los doce pasos. En esa final de 1997, Cruzeiro venció a Sporting Cristal de Perú. Era una oportunidad única que desapareció a través de una definición que no esperaban.
El último recuerdo es más reciente. Por la fase previa de Copa Libertadores 2017, el Colo Colo de Pablo Guede quedó eliminado por Botafogo. Se pensó que con el gol de Esteban Paredes en Brasil, en la caída 2-1, el Cacique tenía ventaja para la revancha. Sin embargo, el empate 1-1 en el Monumental dejó fuera al elenco albo. Y la maldición tuvo que seguir esperando un año más.