U. de Chile
Superclásico: Las 5 grandes maldiciones de la U en su historia
El largo tiempo sin ganar en el Monumental se suma a otras malas rachas azules. Desde los 25 años sin salir campeón a los infortunios en Cavancha.
Ganar en el Monumental es la gran deuda pendiente que tiene Universidad de Chile. Son 18 años de infortunios en Macul, que se suman a otras largas rachas negativas de su historia.
Ausencia internacional
Entre 1981 y 1994, Universidad de Chile estuvo 13 años sin asistir a un torneo internacional. Tras ganar la Liguilla de 1980, los azules participaron el año siguiente en Copa Libertadores, donde fueron eliminados en la fase de grupos. El regreso fue en Copa Conmebol 1994, certamen en que llegaron a semifinales.
25 años sin ser campeón
Para un equipo grande, 25 años sin ganar un título en Primera División es una deuda muy grande. La U lo sufrió. Desde su estrella de 1969 hasta el desahogo en El Salvador de 1994, pasó un cuarto de siglo en que incluso la escuadra azul jugó en Segunda División. El penal de Patricio Mardones ante Cobresal cambió la historia para siempre.
Cavancha, territorio inhóspito
En la edición de 2016 de Copa Chile, la U revivió fantasmas en su visita a Iquique. Los locales decidieron abrir su mítico estadio de Cavancha y los azules nuevamente no pudieron ganar ahí. La última derrota fue en febrero de 2017, en el debut de Ángerl Guillermo Hoyos. La U sólo suma un triunfo en 14 partidos jugados. Aquella vez ganó 3-2 en 1986.
Técnicos sin ganar
Con Kudelka son diez los técnicos que no han podido sacar a la U de las derrotas en el Monumental. El penúltimo en sumarse a la lista fue Ángel Guillermo Hoyos, mientras que César Vaccia fue el artífice del añorado triunfo hace 17 años. ¿Qué pasará con Kudelka?
Maldición Monumental
El último 4-1 no fue una caída cualquiera para la U en el Monumental. Con esa derrota, los azules ampliaron la racha vigente más larga sin triunfos ante Colo Colo en Macul. 17 años han pasado desde el último festejo azul: fue 3-2 el 9 de septiembre de 2001, con goles de Diego Rivarola, el brasileño Arílson y Carlos Garrido. Es la gran deuda que se mantiene.